La empresa ha evolucionado desde sus primeros productos tras la Primera Guerra Mundial, los cuales fueron el pegamento y la pasta hechos a base de harina de patata.

Hace exactamente 100 años, Henkel empezó a vender sus primeras soluciones adhesivas a empresas vecinas. Desde el desarrollo de adhesivos para el envasado de detergentes para su propio uso hasta las soluciones avanzadas de hoy en día en más de 800 segmentos industriales, los adhesivos, selladores y recubrimientos funcionales líderes en el mundo de la compañía son parte integral de innumerables bienes de consumo e industriales. Henkel Adhesive Technologies comparte las visiones de sus clientes y permite el desarrollo de innovaciones revolucionarias en áreas como la sostenibilidad, la movilidad y la digitalización. 

"Con nuestro espíritu pionero y fuerza innovadora, en los últimos 100 años, nos hemos convertido en el mayor fabricante mundial de adhesivos, selladores y recubrimientos funcionales, creando valor para más de 100.000 clientes industriales, así como para millones de consumidores. Nuestro siguiente paso para crear valor en todas las industrias del mundo es desarrollar las soluciones sostenibles necesarias que permitan la circularidad y la reducción de CO2", ha explicado Mark Dorn, vicepresidente ejecutivo de Henkel Adhesive Technologies. "Entonces, como ahora, colaboramos con nuestros clientes para convertir los retos en oportunidades e innovar productos y soluciones".

La historia de éxito de Henkel Adhesive Technologies comenzó hace 100 años, porque la empresa hizo de la necesidad virtud. Con el final de la Primera Guerra Mundial, la ocupación del Rin y del Ruhr amenazó con provocar una escasez de adhesivos en la sede de la empresa en Düsseldorf, que eran necesarios para sellar los envases de productos propios para detergentes. Por ello, en 1922, Henkel comenzó a desarrollar y producir adhesivos para papel, cartón y envases para su propio uso.

Con la construcción y puesta en marcha de su propia fábrica de adhesivos, la compañía también empezó a vender productos adhesivos a empresas vecinas el 26 de junio de 1923. Los primeros productos fueron el pegamento para pintores Mala y la pasta para papel pintado Tapa, ambos a base de harina de patata.