PANTER VITA ECO
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Como bien se dice, no hay dos sin tres. Pero no siempre las terceras partes son buenas.

Aunque, en mi opinión, no está nada mal esta tercera entrega, me refiero a una película de 2007, Ocean's Thirteen. Con un gran reparto al igual que en las anteriores entregas:  George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Don Cheadle, Bernie Mac, Andy García, Ellen Barkin y Al Pacino.

La historia nos narra una nueva aventura de todo el grupo de ladrones y sofisticados estafadores. Reuben Tishkoff es estafado por su socio de negocios, Willy Bank, que hace que le ceda sus derechos sobre la construcción del nuevo hotel y casino. Algo que provoca a Reuben un ataque al corazón. Ocean, intenta por todos los medios que Bank entre en razón y devuelva a su amigo lo que le ha arrebatado. Pero sin suerte, solo tienen una solución, intentar recuperarlo por todos los medios que conocen, mediante un sofisticado plan. Primero han de conseguir que Bank, no consiga su preciado premio de Cinco Diamantes, calificación máxima de todos los hoteles casinos que han construido.

Segundo, forzar que todos los que estén en el casino ganen en las tragaperras, en las ruletas, en todos los juegos, el mismo día de la inauguración. Ello haría perder a Bank 500 millones, con lo que conseguiría quitarle el control del hotel y que volviera a su amigo.

Para ello necesitarán vencer a un nuevo programa de inteligencia artificial llamado “El Greco”, que verifica todas las ganancias en cada mesa y máquina. Para este fin deben aliarse con su enemigo Terry Benedict, para que les financie parte del plan. Crean un pseudo terremoto, ayudados de unos magníficos artefactos electrónicos, creando el caos y logrando que el casino pierda todo su dinero.

Asi como robarle los 4 collares de diamantes, premios de los otros hoteles. Todo sale redondo, su amigo recupera el hotel y además ellos ganan dinero con la venta de los diamantes. A Terry le devuelven el dinero que pidió, pero en obra benéfica. Una organización y coordinación, como siempre, increíblemente eficiente.

Esta película nos habla de muchas cosas, la primera es que la confianza es vital en los negocios. No solo son las condiciones comerciales, el servicio, y otras cosas, sino que hay una confianza vital. Esta ha de ser esencial en todo aquello que rodea la venta en todos sus formatos. Por eso Reuben confía en su socio, hasta que es traicionado, perdiéndolo todo.  Pese a ello, Ocean quiere darle a Bank una ultima oportunidad, en virtud de esa confianza, sin embargo, no sirve de nada. Esa misma confianza que intentan mantener con Terry, aunque al final de la película intentan arrebatarle los diamantes. Aunque sin éxito ya que entraba dentro de lo previsible.

Además, queda muy de manifiesto, que el trabajo en equipo, con profesionales que saben a lo que juegan en todo momento, es la clave del éxito. Sin un líder adecuado, que sepa dirigir y motivar a su equipo, nada sería viable. Hay problemas de ultima hora, saber dar soluciones imaginativas para que pueda llegar a buen puerto el trabajo de todos.

No solo es ganar, es hacer ganar a los que van a ese casino, que son sus clientes, para que todos se sientan bien. Vender, sin que el cliente quede satisfecho, no tiene sentido.

Hacer una venta, para no volver a visitar más a ese cliente, es algo poco profesional, no tiene largo recorrido, además de ser algo ilógico, cuando la primera venta suele ser la más complicada. Hay que luchar en cada mesa, en la ruleta y en los dados en todo momento, para que el éxito sea total.

Si se rompe la maquina de hacer túneles, hay que buscar una alternativa, ya que en el proceso de la venta no todo sale a la primera. Si vamos a un nuevo cliente muy difícil que, en la primera o en la segunda visita podamos vender, lo primero que hay que hacer es ganarse su confianza, hay que mirar más allá del momento, para saber que es una carrera de fondo, no un sprint. Por ello, hay que estar preparado y conocer a tu cliente, lo que le rodea y lo que necesita. Eso hace el equipo, estudia, analiza, toma tiempo de los guardias, de las cámaras y de todos los detalles; sin ese trabajo previo el éxito no llega.

Contar siempre lo mismo no hace sentir al cliente importante ni diferente. El debe sentirse único, diferente, que se le está hablando a él, no a cualquier otro. Café para todos no sirve, cada pueblo es diferente, cada zona tiene sus cosas propias, ignorarlo es no saber trazar un plan para que la bola salga rojo impar... y en el número que queremos.

Saber qué hay que hacer en cada momento, lo da la experiencia, el equipo, el líder y escucharse entre todos ellos.

Si sabes cuales son tus cartas, puedes apostar a ganar, si lo dejas todo en manos de la suerte, puede que tu Black Jack se pase y pierdas todo lo que querías apostar.

Un plan, una ejecución ejemplar, no es fruto de la noche a la mañana, hay que saber qué vendes, cómo lo vendes, qué necesita tu cliente, a fin de cuentas, endosar producto es una solución de farol de póker, y puede que otro jugador sí tenga los cuatro ases, con lo que gane la partida. Solo de ti depende saber con qué jugadores juegas la partida de la venta. Por eso es tan apasionante este oficio.

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