PANTER VITA ECO
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Cuántas veces habremos escuchado la frase “a ver quien le pone el cascabel al gato”. De antemano diré que no conozco a los gatos y no, tampoco tengo ninguno. Pero creo que el símil me va a servir. Nuevas reflexiones en este artículo de nuestro colaborador El Comercial Errante.

Quien me conoce habrá escuchado de mi boca mil quejas de la improvisación en el día a día, de las prisas, de la ineficacia de mucha gente, por no llamarles directamente mediocres. Nuestro sector es vital para que un montón de industrias de todos los sectores funcionen, estos días más.

Mi padre siempre me decía que en la fábrica donde trabajaba había mediocres y pelotas, sin desvincular una cosa de la otra, a montones. Años después de jubilarse, la empresa cambió de manos y todos esos que contaba él, desaparecieron. Hoy en día esa industria funciona como un reloj.

Seremos capaces estos días de aprender algo. La improvisación, el corre, corre, probablemente consiga que no lleguemos nunca a la meta.

Primer cascabel. Qué tal si nos ponemos a programar mejor nuestras compras. A lo mejor ahora nos damos cuenta que aquello del “Just in time” no era tan bueno como nos lo vendieron y tener un stock vuelve a ser básico para subsistir.

Segundo cascabel. Los equipos comerciales de fabricantes y distribuidores, deberían ponerse a la altura del cambio que debe acometer la industria. Robotización, automatización. Y dispuestos a aprender. Porque hasta ahora intentar dar una charla de producto es una odisea.

Tercer cascabel. La logística cada día es más importante, pero si seguimos pagando por ella miserias, luego no exijamos que el último eslabón sea rápido y eficaz.

Cuarto cascabel. Hace semanas y valorando la participación en una de las últimas ferias del sector, apuntaba lo que se venía encima. A muchos  “fabricantes” les temblaban las piernas. Y es que hemos desmantelado cientos de industrias para porfiar en una sola fábrica, China.

Quinto y último. El comercio, el de nuestro sector y el resto, debería liderar un cambio de hábitos, con el fin de pasar más horas con los nuestros. Quizás saldría beneficiado considerablemente y con ello, cientos de industrias más próximas, que dejarían menor huella ecológica en este maltrecho planeta.

Una recomendación de lectura “Tonto, muerto, bastardo e invisible” de Juan José Millás. Una crítica a nuestra sociedad, esa que esta vez si o si deberá cambiar o nos quedaremos sin nadie para ella.

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