PANTER VITA ECO
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Cada día jugamos un partido nuevo, en donde nada tiene que ver con el del día anterior. Cada pase en valioso, cada dia Monster de otra galaxia nos ponen a prueba, no podemos relajarnos, no podemos dar el partido por ganado en la primera parte, aunque ganemos por 48 puntos. El contrario aún tiene partido por luchar, alientos que gastar en su favor.

Se acercan las fiestas de navidad, por eso, puede que todos saquemos ese niño que llevamos dentro, aunque este año por todo lo que está pasando sea mucho más complicado de lo normal. Hoy nos vamos a 1996, con una producción estadunidense, me refiero a Space Jam que combina acción real y dibujos animados. En dicho film podemos ver a la mítica figura de la NBA Michael Jordan y los dibujos animados de la Warner Bros., los Looney Tunes. ¿A quién no le traen recuerdos de su niñez estos animalitos tan especiales? el conejo, el pato,… todos ellos forman parte de nuestra memoria y de nuestra historia.

La historia se enmarca durante la primera retirada de Jordan, en su aventura como jugador de beisbol.  La película cuenta desde la niñez de Jordan, cuando no sabía si decidirse por el beisbol o por el baloncesto. Por suerte para todos opto por este último. Nos sitúa en su retirada, en como pese a querer jugar al beisbol, como quería su padre, no tiene el mismo talento y habilidad que para el baloncesto.

De una galaxia lejana llega el Sr. Swackhammer, dueño de un loco parque de atracciones llamado ‘Montaña Tontolandia’. Quiere secuestrar a los Looney Tunes. Lo consigue, pero para poder conseguir su libertad aceptan jugar un partido de baloncesto contra unos pequeños seres. Lo que no saben, es que estos han robado las habilidades de los mejores jugadores de la NBA. Para ayudarlos, Bugs Bunny secuestra a Michael, con mucho esfuerzo consigue convencerle. Para que puedan jugar contra los Monsters. Mientras, en el mundo real, por culpa de haber perdido sus habilidades algunos de los mejores jugadores, la NBA es suspendida. Estos jugadores intentan volver a ser los mismos, pese a ir a médicos y psicólogos. Pese a todo el partido se juega, con una primera parte nefasta para los Looney. Pierden de 48. Entonces Michael les da una poción de carácter mágico, para que puedan tener superpoderes. Con ella, ganan el partido. Pese a las múltiples trampas de los Monsters.

Sino habéis adivinado todavía el tema de hoy, pues bien, es simple, jugar en equipo. Asumir cada uno nuestra parte de la responsabilidad, el baloncesto es un juego de solo 5 jugadores, con un entrenador que coordina las tácticas, las actuaciones. Si solo un jugador no está a la altura, no está en su posición, el juego no funciona, el contrario lo aprovecha, te pasa por encima, como le pasa al pobre Bugs con los Monsters. No hay momento para el descanso.

Hablamos de equipos, no solo de ventas, sino en cualquier nivel, en cualquier situación. Incluso en nuestro sector, cometemos el error de solo hablar del equipo de ventas, o del departamento comercial. Pero es un todo, todos impulsamos ese balón hacia la canasta final, todos damos el paso del partido. Tanto los que están en el campo, como los que están en el banquillo. Si un vendedor consigue un gran pedido, no sirve de nada, si quien ha de introducir las condiciones, procesar el pedido, prepararlo, servirlo, si falla cualquier eslabón de la cadena, no tendrá éxito. No pensemos que si no estamos en la primera línea de juego nuestro papel es menos importante. Todo pase es vital, incluso el del jugador que está despistando para que otro compañero quede libre.

El compromiso de Jordan con esos pequeños locos Looney es total, pese a que no es su batalla, pese a que no es su guerra. Es el líder, quien da los ánimos, quién les la esa poción mágica, que les da las alas que no creían tener, pese a ser solo agua. Lo importante está en la mente, en la motivación interna, no en la que nos den desde fuera, importante si, pero no vital. Sino creemos en el proyecto, en que pese a quedar solo 10 segundos para conseguir la canasta definitiva, no lo conseguirás nunca, no podrás dar ese pase mágico, no podrás conseguir que tus piernas te hagan volar hasta el aro de esa canasta, dejando a todos helados, viendo como si es posible ganar un partido que se tenía perdido.

Cada día jugamos un partido nuevo, en donde nada tiene que ver con el del día anterior. Cada pase en valioso, cada dia Monster de otra galaxia nos ponen a prueba, no podemos relajarnos, no podemos dar el partido por ganado en la primera parte, aunque ganemos por 48 puntos. El contrario aún tiene partido por luchar, alientos que gastar en su favor.

No podemos decir que uno u otro trabajo en menos importante. Todos somos necesarios, si queremos serlo, sino pidamos pasar al banquillo o la grada, dejemos paso a los que esperan su oportunidad. Hemos de creer en nuestras posibilidades, no dejar de hacerlo, como hicieron los jugadores de la NBA, darse por rendido sin luchar, es entregar ese partido que podríamos haber ganado.

No hay rival pequeño, no hay victoria sin esfuerzo. Solo ganan los equipos, no las figuras, no olvidemos que nuestra labor, la de todos es atender, vender, vivir del cliente, merece nuestro máximo esfuerzo, nuestro respeto, nuestro mejor tiro libre. No hay muchas oportunidades de hacer un segundo tiro, porque el rebote caeré en otras manos, en las del contrario, en la competencia, que hará su contra ataque contra nuestra canasta indefensa.

Por muy pequeños que seamos como ese Looney, unamos nuestras fuerzas, los Monsters siempre nos asustarán, siempre puedan que sean más grandes, pero siendo más rápidos, más profesionales, más inteligentes, podremos ganarles. Solo nunca seremos lo suficientemente fuertes, como lo seríamos en grupo.

Ganamos partidos todos los días, no lo olvides, hacen falta todas las manos. "¡Eso es todo, amigos!".

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