PANTER VITA ECO
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“Me enseñaron que lo primero es demostrar, estar el primero y salir el último. De eso hace muchos años, pero sigue siendo cierto. Si vamos a hacer un trabajo, primero mostrar cómo hacerlo, no decir cómo hacerlo. Si queremos respeto, primero demos ejemplo y hagamos el primer paso. No esperamos pedir ordenes, ver las cosas desde la barrera”.

Hoy, en un momento en donde aún las desgracias del 2020 parece que nos persiguen, con fenómenos climáticos, en donde la tierra saca fuego desde sus entrañas, donde tenemos temporales de cambio climático, He buscado una película, algo diferente, pero que muestra algo de lo que quiero hablar. Nos vamos hasta el año 2004, para comentar el film estadounidense: U-Boat. Este era el nombre que durante la segunda guerra mundial se daban a los sumergibles alemanes, principalmente en el océano Atlántico, donde se desarrolló la principal batalla entre los aliados y las fuerzas alemanas.

La película contó con buen reparto con William H. Macy, Til Schweiger, Thomas Kretschmann, Scott Caan, Lauren Holly, Jeremy Sisto, Chris Ellis, Xander Berkeley, Rene Heger, Matt Lindquist, Ian Somerhalder.

La historia nos sitúa en pleno contra ataque de las fuerzas aliadas, para evitar que los submarinos alemanes continuasen hundiendo buques aliados con tropas y suministros. Era vital para poder ganar la batalla del Atlántico y por consiguiente la reconquista de las zonas ocupadas de Europa por las tropas de Hitler.

Las tropas americanas envían a un submarino para intentar cazar a otros enemigos. Todo va bien, hasta que se topan con otro submarino. Lo hunden, pero este a la vez antes de ser destruido lanza un torpedo que provoca graves daños y deben abandonar la nave. Ahí es cuando otro sumergible alemán, los recoge y las salva. Contradiciendo las ordenes de su alto mando, que les marca que no deben salvar a tripulantes del bando aliado, solo oficiales y para que sean interrogados.

El capitán alemán, quiero entregarlos a sus superiores, pero por culpa de una enfermedad infecciosa que tenía el capitán americano, muchos tripulantes del submarino alemán y de los prisioneros mueren. La única opción para poder salvarse todos, es unirse y llegar a puerto de EE.UU. Para ellos todos, los que han logrado sobrevivir, deben trabajar juntos.

Justo antes de llegar a la costa, una parte de los alemanes intenta un sabotaje y muere el capitán alemán. Es entonces donde todos se unen, trabajan y luchan juntos para poder salvar sus vidas. Es un pacto de vida, de supervivencia, de ir más allá de bandos, de ideales, en donde las personas están por encima de todo y de todos.

Cómo siempre la pregunta, ¿qué tiene que ver esto con nuestro sector, con nuestro negocio? Sencillo, varias reflexiones, Lenin dijo, “si no eres parte de la solución del problema, eres parte del problema”. La segunda eres líder o eres jefe. Pues ambas tienen que ver con esta película, con esta realidad.

En momentos duros, en donde hay que sumar, en donde cada miembro del equipo es importante, los YO, no tienen lugar. Ese yo quiero, yo solo, yo pienso, están de más. Hoy se necesitan, nosotros, vosotros, somos, seguimos, estas son las expresiones. Si sumamos, somo necesarios, si sacamos las cosas adelante, desde la primera línea, tirando del carro, somos útiles, sino…mejor dejar el camino libre a los que quieren aportar. A los que no quieren innovar, ser los mismo de antes, hacer lo de siempre, ya no tiene futuro, estamos caducos, estamos atrasados, estamos que, dentro de poco, cuando queramos ser, ya solo seremos un escaso recuerdo.

Me enseñaron que lo primero es demostrar, estar el primero y salir el último. De eso hace muchos años, pero sigue siendo cierto. Si vamos a hacer un trabajo, primero mostrar cómo hacerlo, no decir cómo hacerlo. Si queremos respeto, primero demos ejemplo y hagamos el primer paso. No esperamos pedir ordenes, ver las cosas desde la barrera.

El capitán alemán toma una decisión en contra de sus órdenes, porque quiere hacer algo diferente, porque cree en las personas, no en las locuras de otros. Demuestra a sus hombres que las guerras las ganas las personas, los soldados de primera línea, no aquellos de los despachos que no han estado nunca en una batalla, que no han vivido una noche dentro de un submarino.

Es el sargento americano el que hace de líder, una vez muerto su capitán, porque piensa en el bien común, porque sabe que, si quiere que sus hombres le sigan, tendrá que demostrar que él es el primero en hacer las cosas. Es aquello que no te cuenten historias, que yo antes de que me lo digan, yo ya lo comprobé. Es él, quien consigue la unión para que todos salgan adelante, para que sigan viviendo.

No hay líder que lo sea desde un despacho, desde un balcón seguro. Si queremos vivir la realidad, hemos de saltar sin red. Si queremos que la tropa nos reconozca como su capitán, hemos de comer lo que ellos comen, dormir en donde ellos duermen, saber a qué huele la litera de un camarote.

Por ello, la calle es sabia, la calle te enseña, los mostradores de miles de tiendas tienen una catedra inédita en todas las universidades, se llama realidad de la vida, de la venta, del mercado. No se aprende en un máster, no te la dan en una enciclopedia. No va en un doctorado. El único que no engaña es el de miles de horas de escuchar a comerciantes, a colegas de profesión, a quienes más saben de todo, que son los consumidores.

Trabajar duro, de sol a sol, con la gente de los equipos, no abandonar el barco cuando el sol se pone, sino compartir la puesta de sol con los otros marineros, nos hace no mejores, sino más personas, más creíbles.
Es el segundo de abordo y el sargento quienes sacan a la tripulación a flote, quienes no siguen las ordenes de quienes los querían muertos, Escuchan a sus compañeros, saben lo que es bueno para todos y logran el fin común, el que todos quieren. Ser líder, es pasar muchas horas delante, no detrás ni al lado, saber conducir el timón de ese submarino, que es nuestra empresa, nuestro negocio, dejar la arrogancia en el cajón perdido, mandarla al traste con un torpedo de profundidad, para que ya no vuelva a flote.

Ser líder es creer en uno mismo para a la vez creer en el grupo. Es ser humilde, pero firme. Es ser compañero, pero tener la visión global, que nuestro puesto requiere. Es conocer a los actores del mercado, a los buenos y a los no tan buenos. Es reconocer a estos actores en cualquier batalla o lugar. Es saber que si has de ordenar demasiado es que algo no funciona.

Es saber dejar a un lado a miembros del equipo que no aporten, porque el equipo, la empresa están por encima de todo. No olvides nunca, que el mar es muy grande, que un barco muy pequeño, pero que la diferencia la marca la tripulación y su capitán.

Que no te hundan su barco, con un torpedo que te tome despistado, y que puedas salir a flote en cada nueva batalla.

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