Los centros tecnológicos del calzado españoles innovan constantemente para ofrecer a los usuarios equipos de protección individual de fabricación inteligente: CTCR e Inescop lideran nuevos proyectos en busca de materiales renovables y nuevas tecnologías.

El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, CTCR, es conocido en nuestro país por ser uno de los impulsores en la innovación en el sector del calzado de seguridad. Con un profundo conocimiento sobre la Industria 4.0, lideran iniciativas como el proyecto Dimensional, con el que investigan para mejorar el deslizamiento y la adhesión del calzado basándose en un sistema de tecnología de plasma, visión artificial, robótica colaborativa y electrospinning.

Así, CTCR ha conseguido nuevos avances en el marco de la investigación que permitirá la obtención de materiales avanzados que aporten nuevas prestaciones en cuanto a protección y sostenibilidad se refiere. Se trata del desarrollo de varios tipos de EPI, Equipos de Protección Individual, entre los que se encuentra el calzado de seguridad con nuevas propiedades, con mayor adhesión o resistencia al deslizamiento y agarre. A parte de la funcionalidad que persigue la I+D+i en este campo, el CTCR conseguirá un valor añadido, pues el procedimiento de fabricación de los mismos será totalmente respetuoso con el medioambiente. Frente a las dos etapas actuales de fabricación de suelas, halogenación y termofijado, caracterizadas por su alta toxicidad y baja sostenibilidad, los tecnólogos riojanos proponen un nuevo procedimiento de plasma-polimerización combinado con electrospinning automatizado y digitalizado por visión artificial y robótica colaborativa.

Por un lado, se ha desarrollado un dispositivo para el escaneo de suelas mediante visión artificial. El dispositivo en cuestión consiste en una estructura de perfilería de aluminio, en la que se montan los elementos necesarios para el movimiento del objeto a través del haz de un perfilómetro láser. Además, tanto la estructura como todos los elementos electromecánicos necesarios han sido diseñados y ensamblados por técnicos del CTCR. De este modo, y en base a los requisitos iniciales, este sistema permite su control en modo manual o remoto (mediante control bajo PC) actuando sobre un objeto colocado en el área de escaneo.

En cuanto a la visión artificial, se está desarrollado una solución software que es capaz de reconocer diferentes tipologías de pisos de calzado permitiendo delimitar el área de acción en donde se deberá incidir en la polimerización con el equipo de plasmadeposición. A través de diferentes procesos sobre los datos captados mediante el perfilómetro se elabora una composición formando una nube de puntos que forman la suela. A partir de esta nube de puntos se ejecutan diversos filtros y rutinas que depuran la imagen y permiten extraen los puntos de interés de cara a establecer una ruta de acción de la robótica.

Respecto a la robótica, se ha realizado un cerramiento totalmente personalizado para la inclusión del brazo robótico colaborativo, así como del cabezal para la aplicación del plasma. Este cerramiento constituye una célula independiente de trabajo, en la que se llevarán a cabo los procesos de aplicación de recubrimientos tanto finales, como intermedios y necesarios en el propio desarrollo técnico de los trabajos.

De paja de arroz a material de calzado, el proyecto de Inescop

Inescop, Centro Tecnológico del Calzado, es conocido en nuestro país por liderar proyectos de investigación que ofrezcan a las empresas nuevas soluciones. Así, aplican tecnología para velar por la salud de los trabajadores colaborando en proyectos como Panter Vibatech, con zapatos que protegen a los usuarios del coronavirus, diseñan softwares para el diseño de nuevos modelos, o ayudan a los fabricantes a respetar el medioambiente en una búsqueda constante de materiales alternativos para alcanzar los objetivos de sostenibilidad.

Esta última materia es una de las más importantes, ya que se ha convertido en una tendencia en el sector del calzado de seguridad durante los últimos años. Uno de los proyectos más recientes de Inescop es el desarrollo de técnicas para convertir los residuos de paja de arroz en nuevos materiales, los biocomposites, que puedan ser empleados en la fabricación de componentes de calzado como suelas o plantillas. El proyecto, que cuenta con la participación de La Unió Llauradora i Ramadera, el Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria (IDiBE) de la UMH y Analco, está financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI).

La paja de arroz es uno de los principales residuos agrícolas, tanto a nivel regional como mundial, derivada del cultivo de este cereal, el alimento más consumido a nivel mundial. Se estima que cada año se producen alrededor de 650-975 millones de toneladas de paja de arroz en todo el mundo. Este residuo es una fuente renovable para la obtención de celulosa y sustancias activas que pueden ser utilizadas para la obtención de nuevos materiales (biocomposites) de interés para la fabricación de componentes de calzado con propiedades funcionales, tales como suelas reforzadas con fibras y nanofibras de celulosa o plantillas para calzado funcionalizadas con compuestos bioactivos naturales.

Además, en el marco del proyecto, se investigará una solución sostenible para la gestión de la paja de arroz, ya que, hasta la fecha, no se ha conseguido una gestión que pueda asegurar la recolección de esta todos los años independientemente de las condiciones climatológicas y en las cantidades necesarias.

En definitiva, lo que el proyecto de Inescop propone es un modelo de economía circular intrasectorial para el aprovechamiento de los residuos agrícolas en la industria del calzado, evitando su acumulación y su impacto negativo en el medioambiente, así como los costes económicos relativos a su gestión. Además, permitirá al sector del calzado desarrollar nuevos productos que realmente se conviertan en una alternativa viable a los convencionales y avanzar así hacia la descarbonización de la industria, tal y como establece el Gobierno de España en su Hoja de Ruta para la neutralidad climática.

“La innovación es la columna vertebral de Panter”

Durante la celebración de la feria de negocios de Coferdroza, Canal Ferretero pudo hablar con Rocío Pajares, la responsable de Panter, acerca del compromiso de la empresa con la sostenibilidad gracias a la línea de calzado de seguridad ECO, la colaboración de la empresa con el ámbito de la salud a través de proyectos con universidades en la podología y el estudio del pie para desarrollar productos como Medical Panter, los modelos diseñados para facilitar tareas de poda como el modelo Caloxa, o los últimos proyectos en I+D+i de un fabricante “cuya innovación es la columna vertebral”, en palabras de Pajares.

Respecto a la importancia de la salud de los pies de los usuarios, Pajares explica: “Si la presión plantar no es la adecuada y llevamos zapatos sin una buena horma, al final la sangre no llega correctamente al cerebro y se pueden producir microictus”. Por otro lado, atendiendo al compromiso con el medioambiente, la empresa “ayuda a la sostenibilidad del planeta con una línea ecológica donde todos los artículos proceden del reciclado y otros son reciclables, es decir, podrán tener una tercera vida. Los materiales reciclados vienen de productos recogidos del mar, el cual se convierte en escamas con las que se forman los multifilamentos que encontramos en el calzado”.

Una de las últimas novedades del fabricante de calzado de seguridad es Panter Vibatech, “el único calzado de Europa que reduce al 99% la contaminación cruzada que se produce cuando la personas andan de una sala a otra en tan solo 6 horas. Esto es realmente importante, pues hasta hace poco estaba certificado para más de 50 especies de bacterias, pero ahora lo tenemos certificado para muchísimos virus, entre ellos el SAR-COV2, la cepa humana del Covid-19”.

Centrándonos en los productos pensados para los asociados de Coferdroza, destacan los artículos destinados al área de la poda y el campo. Sobre estos, Pajares recomienda “el modelo Caloxa, la Bota Thor, pensada para profesiones como la de los motoserristas, o la Bota 3260 que dentro incorpora una membrana ecológica para que, cuando el zapato termine su vida útil, no produzca vapores y gases contaminantes en la quema de los vertederos. Además, la membrana impermeable y transpirable Sympatex High2Out, que transpira un 250% más que cualquier membrana estándar del mercado”.