PANTER VITA ECO
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Los proveedores punteros de EPI, aparte de cumplir la normativa, insisten en factores como la seguridad, la ergonomía, el confort, el diseño y la incorporación de materiales de última generación. Por su parte, el usuario sigue poniendo, en muchos casos, el precio como principal factor de compra. La toma de conciencia de la importancia de utilizar bien los EPI sigue siendo el caballo de batalla del sector.

Los fabricantes de equipos de protección individual (EPI) que están presentes en nuestro mercado, tienen distintos frentes que combatir. Por un lado la entrada de producto oriental que no cumple, a veces ni de lejos, la normativa exigida. Los controles de las autoridades son cada vez más estrictos, si bien, continúa entrando producto de dudosa garantía, por transporte terrestre.
Otro problema añadido es el de la liberalización de stocks una vez que se ha editado una norma que anula a la anterior. En este caso, algunos proveedores y detallistas tienen la tentación de liquidar ese producto dándole salida con grandes ofertas.
Por otra parte, la tarea de concienciación al usuario final es una tarea muy dura. El precio sigue siendo el factor más valorado, si bien, dentro de unos cánones de calidad, que se dan por supuestos por parte del cliente.
Hasta que las empresas, sobre todo las medianas y pequeñas, y los trabajadores autónomos no se den cuenta de que no se puede usar cualquier EPI para desarrollar determinadas tareas profesionales, el mercado no volverá a unos índices normales de venta.
 
Salir al exterior
La reducción del 25% del mercado español en los últimos cuatro años (que lleva el movimiento de capital estimado en el sector de EPI de 600 millones de euros a 450), según indica la asociación del sector, Asepal, hay que compensarla con una mayor exportación de los productos y servicios en el exterior, como ya viene sucediendo en éstos últimos años. Para soportar la crisis, el objetivo sería vender un 40% de la producción española de EPI en el exterior.
El mercado europeo es una buena salida para nuestros EPI, compitiendo con grandes marcas de renombre internacional. Las principales expectativas están puestas en el mercado latinoamericano, en auge, dónde cada vez hay más demanda de nuestros equipos certificados y de calidad en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú o Chile. 
 
Responsabilidad
El uso de los equipos de protección individual es la última opción a implantar en una empresa, en la cadena destinada a combatir con los riesgos de accidentes. Antes del uso de cualquier EPI, resulta prioritaria la aplicación de medidas técnicas y organizativas destinadas a eliminar en el origen los riesgos existentes en la empresa. Por tanto, los pasos a tener en cuenta por orden de aplicación son la eliminación de los riesgos en el origen, el aislamiento del riesgo, la implantación de protección colectiva, y en última opción, la dotación de equipos de protección individual. 
De esta forma, queda totalmente implícito que la responsabilidad de la protección no debe recaer nunca justamente en el protegido y además muestra que la elección de un EPI contra uno o varios riesgos no se puede tomar a la ligera.
La elección de un equipo de protección individual se debe basar siempre en el estudio y la evaluación de los riesgos presentes en el lugar de trabajo, deben ser adecuados en base al nivel de seguridad que se requiera, y deberán elegirse por tanto teniendo en cuenta la duración de la exposición al riesgo en cuestión, la frecuencia de exposición, las condiciones existentes en el trabajo y su entorno, el tipo de daños posibles para el trabajador, y su constitución física ya que también deben ser cómodos y no provocar riesgos adicionales.
Además también es muy importante tener en cuenta que solo son aptos para el uso, aquellos EPI que se hallan en perfectas condiciones y que pueden asegurar plenamente la función protectora prevista. 
 
Auge de las tiendas especializadas
Los Equipos de Protección Individual (EPI) llegan a los usuarios por diversos canales, que van desde los distribuidores especializados al pequeño o gran comercio de ferretería, pasando por grandes superficies y suministros industriales. 
En la mayoría de los casos, se proporcionan medios de protección a todos los sectores, al tiempo que otros productos varios, sin necesidad de una especialización. Por estos motivos, los equipos deben ser entregados siguiendo unos procedimientos concretos establecidos por la normativa, como evaluación de riesgos, certificación o formación específica, entre otros, para que no lleguen al usuario sin garantías, poniendo en riesgo la seguridad y salud laboral.
Ferretería y Suministro Industrial, aparte de las tiendas especializadas, son los principales puntos de venta de este sector. En palabras de un proveedor, respecto al asesoramiento del canal, “suministros y ferreterías son simples tiendas self-service, en el 95% de los casos, en las que no existe el asesoramiento en un campo tan crucial y, a menudo, complejo. La protección laboral no está representada por especialistas, o acuden muy pocos”.
Entre los objetivos que manifiesta la asociación AEP se encuentra el potenciar la venta de EPI en establecimientos altamente especializados que comercialicen todas las familias de equipos y ofrezcan asesoramiento técnico, así como la creación de una marca de calidad, concedida por un organismo reconocido, que distinga al distribuidor especialista, dando un aval al usuario. Igualmente, se busca potenciar la ética profesional en este sector. 
 
Luis del Corral (Asepal)Importancia de Asepal
Luis del Corral, presidente de la actual Junta Directiva de Asepal – Asociación de Empresas de Equipos de Protección Personal–, realizó, durante la Asamblea General del año pasado, un balance general de 2014, donde destacó la tendencia positiva de población activa, empleo y PIB de España y, en contrapartida, el aumento de accidentabilidad laboral debido al descenso en la inversión en seguridad y adquisición de EPI.
Asepal ha seguido siendo la referencia del sector ante todos los entes sociales, contando con el apoyo de las administraciones públicas y los sindicatos, que respetan y valoran las opiniones y sugerencias que se emiten desde la Asociación. Por otro lado, las asociaciones empresariales también consideran a Asepal la referencia en el mundo de los EPI, y este año los medios de comunicación han reconocido su labor como los mejores conocedores de los EPI y de las normativas legales y de producto de los mismos.
Asepal engloba a alrededor de 80 empresas dedicadas al diseño, fabricación y comercialización de los Equipos de Protección Individual (EPI). Es la única representante del sector en España y Europa (socio fundador de la ESF). Como voz del sector, ejerce su representación frente a la Administración, medios de comunicación, actores sociales y otros grupos de interés.
La Asociación se fundó en julio de 1989. Desde entonces promueve y apoya la elaboración de normas y disposiciones legales encaminadas a garantizar la seguridad laboral. Sus empresas se comprometen a comercializar únicamente productos certificados conforme a las normativas española y europea.
 
Salud y Seguridad: el compromiso de todos
Cada 28 de abril la Organización Internacional del Trabajo celebra el día mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Este año el tema central de la campaña fue “Únete a la construcción de una cultura de la prevención en materia de SST”. Aunque los EPI constituyen la última medida a adoptar, durante su selección y uso es necesaria la implicación y el compromiso de todos para asegurar la protección de los trabajadores.
Cuando llegue el momento de que la celebración de este día no sea necesaria, significará que las condiciones de trabajo han mejorado de tal manera que el ganarse el sustento ya no supone un riesgo para la seguridad y/o la salud de los trabajadores.
Hasta que ese día llegue, seguiremos viendo con desasosiego la lista de accidentes y enfermedades profesionales que año tras año siguen acrecentando el número de personas que se han dejado la vida o la salud en su puesto de trabajo. 
Tal y como constató el Presidente de Asepal, Luis del Corral, durante la pasada Asamblea General Ordinaria de la asociación de marzo de 2015: “Los datos sobre la accidentabilidad laboral, por desgracia para todos, han aumentado un poco este año 2014, desde nuestra Asociación ya advertíamos que bajar los costes en seguridad, y por ende en los EPIs, de forma tan drástica supondría un aumento de la accidentabilidad.”
En este sentido, y aunque no debería ser la única de las motivaciones a la hora de realizar e implantar una estrategia de salud y seguridad en el trabajo, los estudios reflejan que se trata de una inversión económicamente rentable. Así la Comisión Europea destacaba en su presentación de estrategia marco sobre salud y seguridad en el trabajo que las inversiones en esta área pueden producir unos ratios de retorno que se mueven en un rango entre 1,29 y 2,89 veces lo invertido.
 
Incremento de la siniestralidad laboral
Pese a que durante los últimos años el descenso en el número de accidentes ha copado los titulares de los medios de comunicación (olvidando tal vez el descenso de la actividad económica nacional), durante el año 2014 se ha registrado un incremento en la cifra de accidentes laborales registrados en España, pasando de los 404.284 accidentes registrados en 2013 a los 426.130 de 2014. Además, es de destacar el incremento en accidentes mortales, los cuales pasaron de los 447 a los 458 en el mismo periodo. 
El dato de enfermedades profesionales es aún peor, ya que según los datos disponibles en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el número de partes cerrados por enfermedad profesional pasó de 7.324 en 2013 a 7.573 en 2014.
En el informe del Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre la evolución de algunas enfermedades por agente causal se refleja la triste ironía de que en lo relativo a enfermedades profesionales, uno de los colectivos que está viendo un aumento más alarmante de las enfermedades profesionales, es el colectivo dedicado precisamente a preservar la salud de trabajadores y el personal sanitario.
Estos datos no se deben tomar como negativos o pesimistas acerca de la realidad de las condiciones de trabajo en España, sino con el ánimo de despertar las conciencias de todos los actores involucrados en la mejora de la salud y seguridad en el trabajo para poner coto a este drama social que acarrea incontables costos sociales. 
El lema de este año de la campaña de la Organización Internacional del Trabajo ha animado a que todos los actores contribuyan en la construcción del edificio de la salud y seguridad en el trabajo, y no podría ser más acertado ya que sólo con el esfuerzo conjunto y coordinado de empresarios, trabajadores, sindicatos y administraciones públicas se conseguirán reducir las cifras de accidentes y enfermedades profesionales que año tras año se repasan tristemente cada 28 de abril.
Asepal atiende a esta llamada, y su Presidente destaca que la asociación debe “insistir en nuestra función social de dar protección a los trabajadores, el cual es el objetivo fundamental de nuestra asociación. Este objetivo lo debemos de fomentar y transmitir entre las empresas y trabajadores, en definitiva ser transmisores de las políticas de seguridad en toda la cadena social”.
La Asociación insta a las administraciones públicas a no relajarse en la lucha contra la prevención de la siniestralidad laboral y a seguir vigilante y alerta frente a los peligros actuales y futuros que afronta el sector. No se debe cejar el control frente a los equipos y marcados fraudulentos (como el conocido como China Export) que siguen teniendo demasiada importancia en el mercado español, así como en la evaluación periódica y renovación de todos los Equipos de Protección Individual para los trabajadores de los sectores más vulnerables.
 
El papel de los EPI 
Los Equipos de Protección Individual (EPI) deben constituir la última línea de defensa a contemplar en la lucha contra los accidentes y enfermedades profesionales. Sin embargo, al ser el último recurso preventivo, un fallo en el mismo tendrá consecuencias inmediatas en la salud y seguridad de los usuarios.
Es fundamental una adecuada selección y uso para lograr una protección efectiva.
Cuando se ha tomado la determinación de hacer uso de los equipos de protección individual, la selección y uso de los mismos debe hacerse según lo dispuesto en el RD 773/1997 sobre la utilización de EPI por los trabajadores.
En todo el proceso de selección y uso de los EPI es vital contar con el esfuerzo y compromiso de todos los actores comprometidos en la estrategia de selección y uso de los equipos. Desde el empresario, cuya obligación es la de evaluar con detenimiento la naturaleza de los riesgos y las particularidades de la tarea a realizar, hasta los trabajadores y sus representantes, que serán los que tengan que hacer uso de los equipos para salvaguardar su seguridad y salud. 
Todos ellos conforman un equipo, de cuya perfecta integración y entendimiento dependerá el éxito de los programas de selección y uso de EPI. De esta labor conjunta depende en gran medida la seguridad y salud de los trabajadores durante el uso de EPI.
 
Consumo razonable
Desde la principal asociación española abogan por un consumo razonable en este sector. Hay que consumir mejor, no más. Precisamente porque no hay bien más preciado – y más costoso si no se conserva – que la salud, debemos, en la situación actual, hacer hincapié en el consumo responsable de los Equipos de Protección Individual (EPI). 
Los fabricantes de EPI asociados a Asepal cumplen con su cometido: fabricar los mejores equipos, certificados y al coste más ajustado para una protección garantizada. Y aún hay más, junto con los distribuidores ofrecen el asesoramiento técnico que sólo pueden proporcionar los expertos, para que se haga el uso adecuado, adaptado al riesgo a cubrir, con la formación precisa, y que los equipos se aprovechen al máximo, hasta donde no se comprometa nunca la seguridad y la salud. 
Hoy más que nunca debemos tener presente el concepto de seguridad como inversión. Un equipo no es barato o caro por su coste, es rentable por su utilización. Por ello, hay ocasiones en las que se debe considerar con mucho interés invertir un 4-5% más en un equipo, porque a la larga recuperaremos con el uso de un equipo de calidad mucho más que esa cantidad, y cuidando mejor la seguridad y la salud del usuario. En definitiva, se trata más de establecer un ratio entre coste y número de veces que se utiliza el equipo. El coste “por puesta” puede indicarnos claramente cuál es el equipo más eficiente desde el punto de vista económico. 
 
Veinte años de evolución
En los últimos veinte años, el mercado de los EPI ha experimentado un crecimiento rápido y notable debido al impulso de las políticas de salud y seguridad en la Unión Europea, indica Felipe Blanco Gan, Director de Right & Safe en el Blog de Asepal. 
En su opinión, se han incorporado nuevas tendencias y hábitos de comportamiento, cuyas causas se encuentran en la definitiva implantación de una economía global; en la búsqueda del bienestar, en la necesidad de lograr un desarrollo sostenible y en la funcionalidad en todos los campos, también en el de los equipos de protección individual. 
El uso generalizado de las nuevas tecnologías como la informática, los nuevos sistemas de telecomunicación y de logística, y la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio figuran entre los factores claves para el desarrollo de un mercado global. 
En el mercado de los EPI los cambios han venido determinados por la entrada de grandes grupos multinacionales de venta y de marcas consolidadas, la creación de marcas blancas, y el comercio a través de plataformas online. También se ve afectado por la existencia de certificados “dudosos”, y por las diferencias que existen en determinadas áreas geográficas respecto a la validez de los certificados y presunciones de conformidad de las normas armonizadas. 
Ante esta situación se hace imprescindible definir e incluir en la nueva Directiva las responsabilidades de fabricantes, mandatarios e importadores; controlar eficazmente las aduanas y el mercado interior y legislar nuevas formas de comercio; establecer certificaciones con validez de cinco años y periodos de transición para la aplicación de normas; homogeneizar los resultados de los ensayos de los Organismos Notificados, y crear una base de datos de certificados de EPI. La búsqueda del bienestar.
Hasta hace relativamente poco tiempo los equipos de protección individual eran pesados, provocaban rozaduras en el usuario, disminuían su destreza en el trabajo, carecían de un diseño atractivo. En definitiva, garantizaban la seguridad, pero eran incómodos y poco estéticos, lo que, sin duda, no favorecía su uso. Las empresas integradas en Asepal han hecho un gran esfuerzo en investigación y desarrollo y han introducido materiales y tecnologías que consiguen productos más ergonómicos, transpirables, cómodos, ligeros y de diseño actual. Cada vez son más seguros, no sólo porque cumplen con toda la normativa vigente y todos ellos están certificados, sino también porque a los usuarios les resultan más cómodos y los usan más. El futuro del sector se dirige a continuar por este camino. 
Otro de los aspectos para hacer frente a los nuevos retos es incrementar la funcionalidad de los EPI. Actualmente, el sector se encuentra con la incompatibilidad de las Directivas, la exhaustiva categorización de los equipos, y con la existencia de muchos productos diseñados para proteger frente a un solo riesgo. En contraste con esta situación, la multifunción y la multitarea son las claves del éxito. 
 
Éxito del Directorio de EPI
El Directorio de EPI (Equipos de Protección Individual) Certificados de Asepal, desde el que se puede acceder de forma online a casi 900 productos del sector debidamente certificados, cosecha un año más de éxitos en cuanto a visitas y se confirma como un apoyo extraordinario para los profesionales de la seguridad laboral.
Sólo en 2013 el Directorio (herramienta de gran utilidad para prevencionistas) ha recibido 62.000 consultas de los usuarios y los EPI que más visitas han acumulado corresponden al vestuario de protección (20.874 visitas), seguidas de cerca de los equipos de protección respiratoria (15.654).
Los asociados de Asepal siguen ampliando la gama de EPI certificados que los usuarios pueden consultar a través de esta herramienta. Así, a lo largo del año se han incorporado 82 nuevos productos a los que todo el mundo puede acceder ya desde el Directorio. Además, está previsto que a lo largo de los próximos meses se incorpore una cifra simular de nuevos artículos en secciones que hasta ahora mostraban una oferta más limitada en número. Y en este sentido, tendrán especial relevancia las novedades de secciones como protección respiratoria y vestuario de protección.
Asimismo, desde Asepal se seguirá trabajando para que la disponibilidad de productos en secciones que hasta ahora no se ofertaban en el Directorio (como protección ocular o algunos tipos de calzado de protección) estén pronto disponibles y seguir consolidando así el éxito de esta herramienta que nació en 2008 y que, en total, desde entonces, ha acumulado ya un total de 181.094 visitas.
Con este Directorio de EPI Certificado, la asociación responde a las necesidades de los usuarios que, en ocasiones, encuentran grandes dificultades en su búsqueda de equipos verdaderamente certificados en un contexto de mercado en el que no todos lo están. Y esto, a pesar de que el RD 773/1997 obliga a que los EPI que se usen cumplan con la legislación vigente en materia de seguridad de producto.
Por ello, Asepal anima a todos los usuarios del sector a visitar su Directorio de EPI Certificados en el que, además, podrán hacer distintos tipos de búsqueda según necesidades.
La herramienta cuenta con diferentes criterios de búsqueda basados en los niveles de prestación descritos en la normativa vigente. Se facilita así la tarea a los usuarios que previamente hayan definido las características y prestaciones que buscan en cada EPI. El Directorio incorpora también información (mucho más resumida que la de la Guía de Selección de EPI certificados de la Asociación) acerca de la normativa aplicable a los EPI.
El Directorio de EPI Certificados de Asepal puede consultarse de forma totalmente gratuita y abierta a través de la web de la Asociación.
Los usuarios que consulten sus productos pueden entrar en contacto, si lo desean, con las empresas que comercializan dichos productos en España, las cuales estarán encantadas de atenderles en todo aquello en lo que puedan estar interesados.
 
¿Qué es un EPI?
Se puede decir que existen dos tipos de usuarios básicos de EPI. Tenemos por un lado, a los usuarios que piensan que el EPI es la medida preventiva por defecto para atajar todos los riesgos. Este grupo de usuarios tiene la visión del EPI como una especie de super-equipo que puede hacer frente a todo tipo de riesgos y situaciones, como por ejemplo aquella persona que preguntaba qué EPI podía utilizar para protegerse en caso de que el disco de sierra que utilizaba para cortar bloques de piedra de grandes dimensiones saliese despedido durante su uso.
Por otro lado, están los usuarios que debido a que el EPI es la última medida preventiva a adoptar, según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, menosprecian la capacidad protectora de los equipos, ubicándolos dentro del grupo de insumos industriales, y prácticamente pasando por alto su verdadero valor para el usuario.
En definitiva, la ley nos dice que para protegernos de un riesgo determinado, debemos eliminar el riesgo en origen, aplicar medidas de tipo organizativo, de proceso, utilizar medios de protección colectiva, etc. Cuando se hayan aplicado todas estas medidas, el riesgo residual, el riesgo que realmente amenaza la salud y seguridad del usuario, sólo podrá atajarse mediante el empleo adecuado de los equipos de protección individual.
En realidad, el EPI no es ni más, ni menos, que lo último de lo que dispone un usuario para protegerse de las amenazas existentes para su salud y para su seguridad. Es la última barrera de defensa, es su último escudo protector. Este, es el verdadero papel que desempeñan los EPI en la prevención de accidentes y enfermedades profesionales. Esto es lo que en realidad representan los cascos de protección, los protectores respiratorios, auditivos, oculares, el vestuario de protección, etc. Por este motivo, los EPI no son, ni deberán ser considerados jamás como un consumible industrial más.

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