PANTER VITA ECO
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El mercado español de cerrajería se incrementó en cerca del 6% durante 2014, en un entorno en el que se va venciendo la recesión gracias a tímidas acometidas de obra nueva, que parece van aumentando durante los primeros meses de 2015. Se vende a cuentagotas, lo que supone un esfuerzo de creatividad y riesgo para el fabricante. El detallista, consciente de la situación, no hace grandes pedidos. La comunicación entre el proveedor y el cerrajero es cada vez más fluida.

Las ventas del mercado español de cerrajería crecieron un 5,59% en el primer semestre de 2014, según Cofearfe. Con datos sin confirmar, parece ser que al final del pasado año, las cifras crecieron hasta superar el 6%.
La situación está mejorando en 2015, pero despacio, porque se venden pocas unidades y cuesta mucho vender. Hace falta incorporar producto innovador y presentar muchas ofertas para que el cliente se anime. Hay ligeros repuntes que es necesario consolidar. Los nuevos productos son un camino, pero no el único para lograr revertir la situación. 
El proceso de fabricación, la calidad de la materia prima, los diseños, el respeto de las normas
internacionales de calidad, la fiabilidad del producto, la atención personalizada, así como un precio competitivo son los puntos fuertes del sector.
Las empresas del sector mantienen gran actividad exportadora, suponiendo ésta en muchos casos más del 40% de su facturación. Al igual que ocurre en otros sectores relacionados con la ferretería, en el de cerrajería se va viviendo, año tras año, un a paulatina reducción de la diferencia entre el monto de exportación y el de la importación. Aunque la balanza comercial sigue siendo favorable a las importaciones, nuestros fabricantes cada vez exportan más, tanto a mercados emergentes como exigentes y consolidados.
La distribución debe escuchar al fabricante, pero nunca hay tiempo para nada más que para vender, pero no se puede vender sin conocer el producto. El concepto de la pequeña ferretería tradicional como cliente privilegiado, está perdiendo terreno, y ahora es más difícil distinguir los canales, cuando existen cerrajeros que tienen tiendas mayores que las ferreterías y con mucho mayor número de referencias. 
 
Mercado maduro
El sector español de la cerrajería es un mercado maduro, en el que existe mucha producción nacional. Es un sector también donde se producen innovaciones constantemente que, aunque hace que los productos y servicios tengan un mayor precio, el consumidor suele estar siempre dispuesto a pagarlos, ya que el cliente valora mucho la seguridad. 
Desde el punto de vista de la oferta de empresas instaladoras de cerrajería, destaca la presencia de micro-empresas y trabajadores autónomos. En cuanto a la organización interna se puede afirmar que la mayoría se compone de un pequeño taller y una tienda de exposición, o sólo del taller. 
De todas formas, existen también empresas que son sólo expositoras e instaladoras, y que trabajan como intermediarios entre los fabricantes y el servicio de instalación. Es decir, no fabrican productos de cerrajería, sino que hacen la función comercial y de instalación de cierres, puertas o candados.
La evolución tecnológica en nuestro sector es indudable. La accesibilidad y las nuevas tecnologías se han aplicado correctamente y tenemos una nueva línea de productos adaptados a las nuevas necesidades. Hasta ahora nuestro país se utilizaba como receptor de sistemas obsoletos o con graves carencias de seguridad. Esto se ha normalizado y todos los fabricantes comercializan la misma línea de producto con las certificaciones europeas. La inversión en I+D es notable y todos los fabricantes están empujando para hacer una evolución lógica de los sistemas mecánicos a los electrónicos, con infinidad de soluciones en identificación, gestión e integración dentro de los diferentes segmentos de mercado. Nos encontramos ante un sector vivo que se ha reforzado con la crisis y que ofrece soluciones tecnológicas muy avanzadas.
El desarrollo de nuevos productos junto con las certificaciones de seguridad, tanto en puertas como en cerraduras, cajas fuertes y control de accesos, y una normativa que exige la utilización e instalación de estos productos, hace que estemos preparados para una renovación del sector.
Seguimos inmersos en el cambio de sistemas mecánicos a electrónicos para elevar el control en los accesos y la implantación de sistemas lógicos de protección dentro de las empresas con una perspectiva global, según los riesgos y necesidades de cada actividad.
Hasta ahora, se trabaja la seguridad sin toda la extensión del concepto, dando soluciones parciales por cada uno de los componentes que interactúan, lo que se traduce en una deficiente protección. Por lo que queda todo por hacer y las perspectivas de futuro son buenas. No podemos ofrecer una seguridad sesgada: por un lado, los sistemas de detección (alarmas y CCTV); por otro, la seguridad de la información; por otro, la seguridad física; y por otro, los recursos humanos.
 
Intrusismo profesional 
El intrusismo profesional, la crisis y la falta de regulación de la actividad han hecho que prosperen muchos falsos profesionales que, con una deficiente formación y sin ningún control de la Administración, ejercen actividades de seguridad tan críticas como el cambio de cerraduras, la apertura de sistemas o la instalación de cierres y dispositivos sin ninguna garantía. No es cuestión de alarma social, pero no existe ningún control de cosas tan importantes como la comercialización de ganzúas y herramientas de apertura ni el control de propiedad de las mismas. La proliferación de páginas en Internet para la venta de estos sistemas y la enseñanza indiscriminada de técnicas de apertura han hecho que robar en España sea fácil. 
El colectivo de cerrajeros tiene unos requisitos mínimos exigentes para ejercer esta actividad: certificado de antecedentes penales, dos años mínimo de actividad en empresas del sector, certificado de formación avalado por el plan de estudios de la asociación en función de la actividad, seguro de responsabilidad civil de 150.000 euros mínimo, estar adherido a la junta de arbitraje y consumo, cumplimiento de los protocolos de seguridad, implantación en los establecimientos de la LOPD y estar a disposición de las FCSE.
 
Fuerte asociacionismo
La Asociación de Profesionales de España Cerrajería y Seguridad, APECS, se funda en el año 1983, cuando un grupo de profesionales del sector cerrajero deciden cooperar y unirse en una asociación basada en la honestidad y el intercambio profesional para poder promover el espíritu de amistad entre miembros de la profesión repartidos por todo el Estado. A partir de 1990 entra a formar parte de la European Locksmith Federation, con 19 países federados y 1.700 empresas afiliadas. También colabora activamente con asociaciones internacionales como ALOA (Asociación de Cerrajeros de EEUU) y otras organizaciones en los diferentes continentes.
La colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), así como con fabricantes de sistemas de seguridad, y la actividad de protección de bienes y valores dentro de nuestra sociedad son sus actividades principales. Se desarrollan en cuatro áreas diferenciadas con el objetivo de aumentar el nivel de seguridad de nuestro entorno, que son: seguridad domiciliaria e industrial, automoción, cajas fuertes y contenedores, y asesoramiento de seguridad.
En este momento forman parte de la asociación 80 empresas repartidas por todo el territorio nacional con más de 800 trabajadores. El principal objetivo es la formación, información y regulación de la actividad. APECS lleva más de 11 años trabajando en esta línea, siendo los creadores de UCES a petición de la Unidad Central de Seguridad Privada del Cuerpo Nacional de Policía (UCSP). También sus objetivos están centrados en la creación del certificado profesional dentro del Plan de Estudios del Ministerio de Educación y su extensión a nivel europeo. Forma parte activa en el Comité Europeo para la certificación profesional de nuestra actividad.
 
Papel de la cerrajería en la seguridad ciudadana
La futura Ley de Seguridad Ciudadana también se propone regular la actividad de los cerrajeros
El proyecto de Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana contempla una posible regulación de la cerrajería y de las herramientas que usan los profesionales de este sector, tal y como venían pidiendo los propios cerrajeros federados en la UCES (Unión de Cerrajeros de Seguridad). Según ha adelantado la entidad, la futura ley incluirá como novedad frente a la ley actual que “entre las actividades sometidas a obligaciones de registro documental e información (se somete a control a los propietarios, no a las personas que acuden a ellas) está la cerrajería de seguridad (a instancias de los propios profesionales del sector)”, lo que significaría una regulación de facto.
La Unión de Cerrajeros, que agrupa a las cuatro principales asociaciones de cerrajeros de España y que representa a casi el 90% de los cerrajeros asociados de nuestro país, se ha felicitado por esta iniciativa que califica de "histórica" y que "redundará en la seguridad y la protección del ciudadano". Su presidente, David Ormaechea, ha asegurado que si finalmente sale adelante, esta ley "nos obligará a informar de las aperturas de puertas que realizamos cada día, con lo que el número de robos en domicilios podría verse disminuido al tener controlados los servicios que se han prestado en cada momento y quién los ha realizado”.
Ormaechea también ha valorado de manera muy positiva el hecho de que el Ministerio del Interior haya atendido las demandas profesionales de la federación: “Los cerrajeros vamos a seguir trabajando igual; pero los que realmente actuaban con mala praxis a al margen de la ley, incluso de manera violenta, van a ver como se pone coto a sus actividades”.
UCES venía pidiendo desde hace años al Ministerio del Interior una regulación que consideraba fundamental para el sector cerrajero ante el incremento de los robos en los domicilios y la aparición de bandas criminales que contaban entre sus miembros con cerrajeros alegales y con herramientas que hasta hace poco sólo usaban los profesionales de la cerrajería de seguridad.
 
Necesidad de certificación
La necesidad de la certificación de los productos de cerrajería es vital en el desarrollo de la actividad, ya que garantizan, según los ensayos, unas características comunes en seguridad y es un elemento diferenciador con los productos de importación, principalmente los asiáticos.
Existen varios laboratorios en España que emiten certificados según las normas y la facilidad es evidente, aunque el coste económico hace que el grueso de las certificaciones sea lento.
En el resto de Europa, la exigencia de productos certificados por las compañías aseguradoras hace que los fabricantes sean más activos en este aspecto. Hay un elemento de distorsión en nuestro mercado muy importante en el que tenemos que trabajar a nivel de comunicación, que es el concepto de seguridad: cerradura de seguridad, cilindro de seguridad, llave de seguridad, puerta de seguridad, caja de seguridad... 
Todo es de seguridad. Absolutamente no. Sólo el certificado de producto garantiza que éste, según un ensayo, cumple unos requerimientos de seguridad.
APECS trabaja para incluir la actividad bajo el amparo de la Ley de Seguridad Privada y la creación de un nuevo modelo de empresa que recoja todas las actividades con un plan de formación y certificación profesional por el Ministerio de Educación. Por lo tanto, la colaboración con la Administración es absoluta.
En el resto de países europeos ya hay resultados al respecto y países como Italia, Grecia, Noruega, Irlanda, Finlandia, Suecia o Polonia ya regulan en su legislación la actividad de cerrajería. Es cuestión de tiempo.
En este momento hay unos recursos que están debidamente preparados, pero otros que necesitan formación específica para realizar estos trabajos. Ese es el cometido de la asociación y en esto está trabajando para preparar al sector. Esperemos que la liquidez llegue al consumo y al sector industrial y se active económicamente nuestro país.
Es vital poner en marcha el certificado profesional que consta de dos módulos de formación, uno de grado medio y otro de grado superior, y que la Administración exija la certificación para realizar los trabajos relacionados con la seguridad.
La Ley de Certificaciones Profesionales consta de un sistema por el que todos los profesionales pueden obtener el título por medio de la experiencia laboral.
 
Tipos de cerraduras
Las cerraduras, además de impedir el acceso a aquellos que no tienen llaves, son la unidad básica de seguridad en el hogar. Existe una gran variedad de cerraduras en el mercado, tanto en los materiales utilizados para fabricarlas como en los mecanismos de funcionamiento.
A la hora de elegir entre una u otra cerradura debemos tener en cuenta las distintas funciones, diseños y necesidades. 
Los distintos tipos se pueden clasificar en:
Cilíndricas.- Son las más utilizadas para la puerta de entrada de la casa o para cualquier puerta exterior. Su pieza central es un cilindro, bombín de pera, también llamado perfil europeo. En él es donde introducimos nuestra llave.
De sobreponer.- Se caracterizan por su particular instalación. Se colocan sobre la puerta y quedan al descubierto. Por ello es muy importante a la hora de escogerla tener el cuenta material del que está hecha, su forma y su tamaño. Este tipo de cerradura tiene un inconveniente: al estar al descubierto es más fácil de forzar.
De embutir.- Muy apropiadas para puertas interiores, por lo que son el modelo más extendido. Su modo de funcionamiento es muy sencillo: una manilla gira y retrae el pestillo. Se presentan en modelos con o sin llave.
Tubulares.- La más empleada en los cuartos de baño. Su característica principal es que cuenta con un botón o pestaña que permite cerrar la puerta por dentro.
Digitales.- Estamos en los tiempos de la revolución digital y la tecnología más avanzada también ha llegado al mundo de las cerraduras. Estas cerraduras se abren y se cierran mediante un código, una tarjeta y en los modelos más sofisticados, basta con la huella digital. Son muy comunes en hoteles, garajes o zonas de trasteros comunitarios.
Y un último consejo: a la hora de limpiar la cerradura evitemos la utilización de elementos abrasivos, como el alcohol por ejemplo; un trapo humedecido con agua es la mejor herramienta para limpiar la cerradura.
 
Educar al ciudadano
La crisis ha hecho que a nivel social el ciudadano, por la desconfianza en el sistema, proteja sus bienes en su hogar, por lo que la venta de cajas fuertes domiciliarias se ha disparado. El problema es que la legislación y las compañías de seguros no exigen un nivel de seguridad para las viviendas.
Para APECS, la clave para reanimar el sector está en incluir en el Código Técnico de la Edificación un certificado de seguridad domiciliaria, igual que se exige el certificado de eficiencia energética. Es increíble que se vendan las viviendas sin un nivel de seguridad correcto, y que la protección de las personas y valores estén en un segundo plano. Está todo por hacer y la vorágine de construcción en nuestro país ha dejado de lado estos aspectos que hacen que la siniestralidad esté en un crecimiento incontrolado.
En esta línea, las asociaciones están trabajando con la UCSP para que, por medio de la legislación, se sienten las bases para hacer una labor preventiva que redunde en una mayor seguridad y dé como resultado la bajada de los índices de robo y siniestros, y en consecuencia la optimización de los recursos humanos dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para otros cometidos. También se están valorando campañas de seguridad y auto-protección para educar al ciudadano sobre los aspectos básicos para tener un buen nivel de protección.

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