PANTER VITA ECO
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Más allá de cifras y tendencias, un trabajo bien hecho siempre tendrá su público cautivo... y un segmento considerable de indecisos a los que tentar.

Septiembre –ese temido mes de la ‘vuelta al cole’– ya está aquí, con sus prisas y sus exigencias. Recordándonos que es tiempo de trabajar, y de trabajar duro, de tener buenas ideas y ponerlas en práctica. De hacer algo más que engrasar la máquina para que siga funcionando, de renovarse, de innovar.

Regresa también Eurobrico, en su novena edición y con inmejorables cartas de presentación: lleno total de expositores, nuevos sectores invitados, un potente programa de conferencias… La feria viene con todo, aunque eso ya lo anticipábamos. Septiembre se viste de bricolaje.

Toca hablar entonces del ‘Do it yourself’, o el ‘Hazlo tú mismo’ para los no aprecian los extranjerismos. La tentación de echar mano a cifras y comparativas es grande en esta sección. Son tantas las que se pueden conseguir que rellenan líneas que da gusto. Por ahí dicen que a los españoles nos gusta menos el bricolaje que al resto de los europeos, por allá que las actividades bricoladoras repuntan en nuestro país. Algunos informes defienden que la crisis ha disminuido el gasto destinado al bricolaje, otros recuerdan que ahora preferimos hacer nuestras propias reparaciones caseras antes que gastar a lo tonto en artículos nuevos. La consultora USP publicó recientemente un estudio sobre las tendencias de bricolaje dominantes en Europa, concluyendo que los baby boomers hacen, en promedio, un 8% menos labores de bricolaje que las generaciones posteriores -Generación X y Generación Y- pero que, sin embargo, superan en la misma cifra a sus descendientes a la hora de hablar del ‘Do it for me’ (Hazlo por mi o DIFM en sus siglas en inglés). Es tal el amor que sentimos por las cifras que la web www.tiendeo.com llegó a publicar el año pasado una infografía que incluye –entre otros datos de lo más curiosos– la cantidad de calorías que quemamos en las labores de bricolaje.

Son muchas cifras, como decíamos, y no sabemos con cuáles de ellas quedarnos. Lo que sí sabemos es que en nuestra web los tutoriales de bricolaje tienen un alto tráfico, por encima de otras noticias de interés sectorial. Y que la tendencia a mejorar y decorar nuestro entorno con herramientas e imaginación no es nueva, es ancestral.

Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Afectan estos análisis e informes a nuestro trabajo? No deberían. Habrá quien prefiera comprar y quien prefiera hacer, aquí o en Tanzania. Así que no nos queda más que agregar lo evidente: Más allá de cifras y tendencias, un trabajo bien hecho siempre tendrá su público cautivo. Y un segmento considerable de indecisos a los que tentar.

Así que ¡manos a la obra!, que queda mucho por hacer antes del próximo verano.

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