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ManoMano.es, mercado online de bricolaje y ferretería, analiza las principales ventajas e inconvenientes de esta tecnología.

En los últimos años las luminarias LED presentaban principalmente dos defectos: daban una luz o bien muy débil o bien muy blanca y su precio era muy alto. Por ello, el uso de esta tecnología se reducía principalmente a la iluminación pública y al sector terciario (comercios, oficinas, iluminación arquitectónica, escaparates, hoteles, etc.).

Hoy día, sin embargo, el LED ha evolucionado a pasos agigantados, lo que lo ha permitido postularse como la tecnología de iluminación más eficiente y con un mejor rendimiento, incluso para los proyectos residenciales. Un ejemplo representativo de ello es que el grupo sueco líder internacional en distribución de mobiliario y decoración para el hogar anunció recientemente que sólo ofrecerá a sus clientes este soporte de iluminación.

¿Qué es exactamente el LED y qué ventajas e inconvenientes tiene? Según explica el experto en iluminación Sébastien Cuzol, de ManoMano.es, “LED, o diodo electroluminiscente, es un compuesto electrónico que transforma la electricidad en luz y su funcionamiento consiste en el envío de energía a través de los materiales conductores”.

Cinco razones para pasarse al LED

1) Economía: consumen 10 veces menos vatios que una bombilla incandescente y su precio ha bajado en los últimos años más de un 20%.

2) Rendimiento: lo han doblado y hoy una bombilla LED puede durar hasta 40.000 horas (4 veces más que su equivalente fluocompacta y 40 veces más que una incandescente).

3) Salud y respeto medioambiental: al no llevar mercurio tienen riesgo 0 para la salud y, además, al tener filamentos tienen un menor impacto en el ambiente.

4) Calidad de iluminación: aportan el máximo de luz desde el mismo momento en que se encienden.

5) Ligereza y resistencia: funcionan perfectamente en MBT (Muy Baja Tensión) y cuando las temperaturas son muy bajas, además se calientan menos que las fluocompactas y las incandescentes. Son pequeñas y resistentes a los golpes”.

En cuanto a los inconvenientes, Cuzol señala que “incluso si su impacto medioambiental final es menor, el proceso de fabricación de las bombillas LED consume mucha energía, es perjudicial para el medioambiente y, además, el gasto energético es comparable al de las bombillas fluocompactas. Por otro lado, su precio, aunque haya disminuido, sigue siendo elevado, por lo que en general todavía hay algunos aspectos a mejorar”.

¿Cómo escoger una bombilla LED?

Normalmente a la hora de comprar una bombilla nos guiábamos por los vatios (W) de eficacia. Eso ya no es así, ya que si hablamos de LED tenemos que fijarnos en tres valores distintos:  los lúmenes (lm), que miden la cantidad de luz que emite la bombilla; los lux (lx), que miden la iluminancia o nivel de iluminación; y los Kelvin (K), que miden la temperatura del color. He aquí algunos valores orientativos:

 - 230 lm para una lámpara de mesita de noche;
- 470 lm para una lámpara de escritorio;
- 750 lm para pasillos y baños y 200 lx;
- 1000 lm para un dormitorio y 300 lx;
- 1500 para una cocina, un cuarto de estar o un despacho y 400 lx.

La temperatura se expresa en Kelvins; cuanto más alto sea el número más frío será el nivel de iluminación.

- Blanco caliente: alrededor de 3000K.
- Blanco neutro: entre 3300 y 5000 K.
- Luz de día: a más de 5000 K.

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