PANTER VITA ECO
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Un nuevo artículo de nuestro Bricolador Enmascarado. No son expertos de cadenas de distribución, no son compradores de cadenas de bricolaje, los que dicen si este u otro producto se va a vender. La pregunta es sencilla, si las tendencias no las marcan los distribuidores, ¿cómo podemos asegurar que el producto puesto en manos de los influencers, llegue a las manos del consumidor?

Si, como habéis podido leer, en esta ocasión hago referencia la guerra de los mundos -novela de Herbert George Wells de 1898. Una novela llevada a la radio como adaptación, un domingo 30 de octubre de 1938, y que se convirtió en un episodio de radio dramático bajo el nombre "The Mercury Theatre on the Air", dirigido y narrado por el actor y futuro director de cine Orson Welles. En su día y hasta que se demuestre la contrario, fue el hecho más famoso por demostrar el poder de los medios de comunicación, ya sea por que causó el pánico en su audiencia o por el fenómeno posterior de la creación del mito sobre los millones de estadounidenses asustados con la invasión de extraterrestres.

Pese a los avisos de que era una broma y de que todo era un episodio de Halloween, colapso un pueblo, un estado, un país. Cientos de llamadas a la policía, a los diarios, pánico generalizado. Todo, absolutamente todo, por una emisión de radio. Si de radio, cuando la TV aún era un lujo en estado de pruebas. Cuando en Europa se estaba fraguando la II Guerra Mundial, Estados Unidos se quedó paralizado, congelado, con la voz de Orson Welles.

Ahora, casi un siglo más tarde, la TV ya está sobre asada por múltiples opciones, hay un mercado global en donde YouTube y otros canales dictan las tendencias, las cosas que si se deben o no comprar. Algo que ha llegado a la velocidad de la luz, como esas naves que parecían invadir la tierra.

Casi sin darnos cuentas, señoras amas de casas, chicas o chicos con algo de gracia a la hora de comunicar, se han convertido en eficientes comunicadores. Incluso creadores de dogma, a los que miles, miles de seguidores creen, y sigue sus designios.

Comunicadores a los que las marcas, los canales, cubren de dinero, de productos, de cuidados y mimos. Son ellos los que “ponen o quitan” ahora un producto del mercado.

No son expertos de cadenas de distribución, no son compradores de cadenas de bricolaje, los que dicen si este u otro producto se va a vender. Han pasado por encima de miles de anuncios de TV vacíos de audiencia. Ya los videos oficiales de las propias marcas no tienen audiencia, no tienen credibilidad.

Un ejemplo de ello, un canal muy simpático de Youtube, ‘F1Joaquin’, que realizó una prueba de una máquina de pintar. Audiencia: casi 1 millón de visitas, el mismo video de la empresa: 49.000, es decir, la gracia y la realidad, se premia.

Esto demuestra los fieles que son los seguidores, lo que quieren ver, y es que lo oficial, lo encorbatado no vende.

Pero la pregunta es sencilla, si las tendencias no las marcan los distribuidores, como podemos asegurar que el producto puesto en manos de estos influencers, llegue a las manos del consumidor. Y es que no siempre el canal de distribución abre sus puertas a novedades, a productos de una gama algo superior.

Son entonces los canales de venta alternativos como e-commerce, donde cobran ventaja, donde hacen llegar al consumidor de una manera fácil, sencilla y cómoda estas novedades o productos de un valor añadido.

En un mercado muy marcado por el precio, precio, por la marca blanca, por el ser el más barato, el valor añadido de una marca o producto determinado puede ir en sentido contrario de lo que quiere el consumidor. Siendo a la vez el sentido contrario de lo que estos nuevos profetas recomiendan a sus fieles seguidores.

De hecho muchos propietarios de ferretería viven de espaldas, no solo a este fenómeno, sino a todo lo nuevo de ventas por internet, a muchas novedades de fabricantes. Siempre bajo aquella famosa frase “esto no me lo han pedido”.

Si esperamos a que nos dirijan, a que el cliente tenga que ser el que nos pide las novedades, no dejaremos nunca de despachar, no comenzaremos a capitanear y vender lo que nos diferencie frente a otros.

En definitiva, nada es verdad del 100%, nada es cierto en todos sus aspectos. Ni seguir haciendo en una ferretería lo mismo desde hace 40 años nos asegura nada, ni poner un producto en manos de una Blogger de turno de fama efímera, nos va a dar unas ventas rápidas. Hemos de dar una cadena de distribución adecuada y de fácil acceso al consumidor. Ilusionar, mostrar un producto y sus maravillas no sirve de nada si no lo pueden comprar.

Que no nos pase como a la influencers de USA ‘Arii’, dos millones de seguidores, crea su propia marca de ropa. Solo tenía que vender 36 camisetas, pues no vendió esas miseras 36 unidades. Con un video especial, con una campaña de marketing. Nada es siempre ni blanco ni negro. No creamos que siempre el consumidor va a comprar lo que le decimos, tienen más voz y voto que nunca.

Los gustos, las tendencias, cambian, los profetas nuevos de YouTube pueden ser efímeros o algo más permanentes. Pero siempre han de ir ligados de la mano con los fabricantes, sin ellos no son nadie, no tienen sentido. Los contenidos realistas, cercanos pueden ser buenos, de hecho es lo que busca el público, pero démosles algo real para comprar, fácil, y accesible. Pocos ferreteros apuestan por novedades del mercado, y muchos menos por poner canal de Youtube relacionado con el sector en su negocio. Demos paso al siglo XXI, a sus nuevos emisarios, pero sobre todos seamos conscientes que son parte de un escenario cambiante en donde todo debe ir muy conjuntado. No sea que esos marcianos acaben por conquistar del todo la tierra en una noche de Halloween.

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