Algunas de las averías más comunes que pueden aparecer en un hogar están relacionadas con la fontanería. Tuberías atascadas, baja presión del agua o filtraciones y fugas de agua son algunos de los problemas más comunes que pueden darse en un domicilio y que están relacionadas con esta actividad.

Por lo general, se trata de problemas muy comunes y fáciles de solventar, aunque se recomienda contar siempre con la ayuda de fontaneros a domicilio, profesionales capaces de solucionar el problema de manera efectiva y muy rápida, evitando el riesgo de que vaya a más.

A continuación, se muestran los 15 problemas de fontanería más frecuentes y las posibles causas que los generan.

¿Cuáles son los 15 problemas de fontanería más frecuentes en un hogar?

1. Aire en las tuberías: en determinadas ocasiones, el aire puede acumularse en determinados puntos de las tuberías, pudiendo llegar a causar ruidos o incluso daños peores en las cañerías.

2. Atasco en las tuberías: tanto en las tuberías del baño como en las de la cocina, es muy común que alimentos u otros elementos pueden colarse por el fregadero, llegando a tupir las cañerías.

3. Baja presión del agua: este problema de fontanería puede estar dado por diversas razones, entre ellas destacan la necesidad de limpieza o cambio de los aireadores de los grifos o cabezales de las duchas, una fuga en algún punto de la tubería, la corrosión en tuberías viejas o incluso, si ocurre únicamente con el agua caliente, puede ser debido a un mal funcionamiento del calentador.

4. Cisterna estropeada: se trata del elemento encargado de llevar el agua hasta el inodoro y en caso de que esta se encuentre dañada, puede suponer una imposibilidad de uso del segundo. La principal razón por la que suele darse este problema es por una fuga en la tubería del retrete.

5. Drenaje lento: uno de los daños asociados al atasco de las tuberías puede ser que el desagüe drene lentamente, ya que es más complicado, con la presencia de algún elemento atascado, que el agua pase por las tuberías a la velocidad habitual.

6. Falta de agua caliente: puede deberse a diversas razones, dependiendo del tipo de calentador de agua que se utilice. Si se trata de un calentador de gas, puede deberse a que la bombona se ha terminado; y en el caso de los calentadores eléctricos, puede que sea causado por un problema eléctrico. La clave está en conocer el tipo de calentador y buscar la raíz del problema.

7. Filtraciones en los grifos: puede deberse a una grieta o rotura en alguna de las tuberías, que hace que el agua se filtre, llegando a provocar goteras o humedades.

8. Fugas de agua: problema similar al anterior, pero generalmente, cuando se trata de fugas, la cantidad de agua filtrada es mucho mayor, llegando a causar consecuencias más graves.

9. Grifos con cal: es un problema difícil de controlar pero muy fácil de solucionar. Suele ocurrir en aquellas zonas donde el agua contiene, de por sí, una elevada cantidad de cal. Para tratar este problema, se pueden utilizar sustancias químicas o si se quiere utilizar el agua para beber, se puede paliar el problema con jarras o botellas que la filtren.

10. Grifo goteando: se trata de un problema bastante molesto y que se traduce en un gran malgasto de agua. Puede deberse a diversos motivos, tales como que la arandela del grifo se encuentre en mal estado o exista una junta pasada, o incluso que el grifo completo se encuentre mal instalado.

11. Grifos oxidados: la presencia de cal, el goteo constante de agua o el uso de determinados productos de limpieza pueden llegar a oxidar un grifo.

12. Inodoro suelto: si el material o los elementos utilizados para fijar el inodoro al suelo se desgastan o terminan su vida útil, es muy probable que este se suelte y se tambalee, algo muy incómodo para su correcto uso.

13. Mal funcionamiento del inodoro: pueden ser diversos problemas los que lleven a que un inodoro funciones de manera incorrecta, tales como un daño en la cisterna, un atasco en las tuberías o el goteo de agua, entre otros. Pero generalmente son daños muy fáciles de solucionar.

14. Mal olor en las tuberías: ya sea en el baño o en la cocina, se trata de un problema bastante común y puede deberse a diversos motivos, principalmente por el atasco de comida u otros elementos en el interior de las mismas.

15. Tubería rota: puede deberse a varios motivos, por ejemplo por una subida en la presión del agua que circula por la tubería, llevando a que esta ceda, o por el paso del tiempo y la corrosión de la misma.

¿Cómo se pueden solucionar algunos de estos problemas de fontanería de manera eficiente?

Algunas de estas averías de fontanería son muy fáciles de solucionar, aunque generalmente se recomienda contar con la ayuda y los conocimientos de profesionales de esta actividad para garantizar la eficacia.

Por ejemplo, cuando una tubería se encuentra atascada, es posible liberarla utilizando un desatascador, ya sea manual o bien uno líquido que contenga las sustancias químicas necesarias para eliminar cualquier resto de comida u otros elementos que se puedan encontrar en el interior de la cañería. Se trata de algo que puede hacerse fácilmente, pero es necesario contar con los conocimientos necesarios para evitar dañar la tubería con el producto utilizado o incluso sufrir daños personales por un uso indebido del mismo.

Este arreglo puede también solventar otros problemas tales como el mal olor en las tuberías.

Por otro lado, un grifo goteando también puede arreglarse fácilmente, basta con cambiar la pieza que se encuentra dañada. Ahora bien, en estos casos sí que se requiere de la ayuda de un profesional que sea capaz de localizar cuál es el elemento que precisa de un cambio.

Como veis, a pesar de que algunos problemas de fontanería pueden parecer que se solucionan de manera sencilla, lo más recomendable es contar con la ayuda de fontaneros a domicilio que sean capaces de identificar rápidamente el problema y arreglarlo, para que el resultado sea lo más eficaz posible.