Soluciones como el uso de persianas en determinadas horas o toldos nos permitirán reducir la temperatura del interior de nuestra vivienda sin la necesidad de mantener encendido el aire acondicionado todo el día, recuerdan desde la plataforma para la mejora del hogar.

Cada año las altas temperaturas son más recurrentes a lo largo de todo el territorio nacional. En este tipo de momentos, solemos darnos cuenta de hasta qué punto nuestra casa está preparada para aguantar las olas de calor. En España, el 75% del parque inmobiliario se construyó antes de que estuvieran en vigor las primeras directivas sobre eficiencia energética y el 80% de esos edificios seguirá en pie en 2050, fecha en la que la Unión Europea se propone alcanzar la neutralidad de emisiones de carbono. De los 10 millones de edificios existentes con 26 millones de viviendas, solo un 5% están construidas atendiendo al Código Técnico de la Edificación; un 40% están construidas con la normativa básica de 1979 y un 55% sin ninguna normativa. Es decir, las casas españolas no están preparadas para las olas de calor como la que viviremos estos días en España.

Por este motivo, los expertos de la plataforma digital para la mejora del hogar, habitissimo, nos ofrecen algunas ideas que pueden ser útiles a la hora de mantener la casa bien aislada del calor del verano.

En el caso de disponer de aire acondicionado nos recuerdan la importancia de limpiar los filtros, como mínimo, dos veces al mes para alcanzar una mayor calidad y eficiencia energética del aparato. La limpieza es muy sencilla: hay que levantar la tapa del, siempre cuando esté apagado, y lavar los filtros con agua y jabón neutro, nunca con lejía o productos agresivos. Una vez lavados, se dejan secar, pero no al sol. “En el caso de que no funcione, siempre recomendamos contactar con un profesional lo antes posible para solucionar el problema”, apuntan los expertos de habitissimo. Otro punto a tener en cuenta es que, a pesar del calor, no debemos bajar el aire a menos de 24 grados porque si lo hacemos, cada grado de menos que bajemos aumentará nuestro consumo entre un 7% y un 10% y nuestro bolsillo se verá afectado de forma directa.

En caso de no disponer de aire acondicionado, los expertos consideran una buena opción utilizar ventiladores para dar tregua al calor. Sin embargo, esta alternativa funciona si no sobrepasamos los 30 grados en el interior de la vivienda. “Siempre que nuestra casa no suba de esta temperatura los ventiladores refrescan el ambiente de manera saludable” destacan.

Otro elemento que nos puede ayudar son los toldos, ya que permiten bajar la temperatura interior hasta 10 grados. Estos deben estar completamente abiertos durante las horas de más calor y deberemos retirarlos por la noche para que pueda entrar el aire. “Al elegir un toldo debemos apostar por los de tela acrílica o microperforada, pues filtran el mayor número de rayos del sol y permiten una ventilación adecuada para no crear el temido efecto invernadero en nuestras ventanas o balcones” indican desde habitissimo.

Hay que tener en cuenta las ventanas y persianas. Si durante el invierno las persianas sirven para que el frío no se cuele en casa, en verano hacen la misma función con el calor. Hay que bajar las persianas especialmente entre las 12 y las 16 horas, ya que es cuando más calienta el sol, sobre todo, en las ventanas orientadas al sur y al oeste. Además, desde habitissimo destacan que, si no disponemos de ventanas con cristales dobles y aisladas, un 30% del calor se colará a través de ellas. En este sentido, es indispensable invertir en dobles ventanas o un acristalamiento formado por dos capas de vidrio y una cámara de aire en medio que los separa para conseguir un buen aislamiento.
  
Por otro lado -aunque parezca extraño-, tener las puertas de las habitaciones cerradas también ayuda a que la casa esté más fría, evitando que las corrientes de calor se extiendan. “Las puertas cerradas harán de barrera contra el calor” indican desde habitissimo.

Finalmente, los expertos recomiendan usar el horno, el lavavajillas y la lavadora por la noche, ya que son electrodomésticos que desprenden mucho calor. Además, hacen hincapié en el uso de tejidos frescos para estos días. Si nuestro sofá tiene un tejido caluroso, sentarse en él puede ser una verdadera tortura. Por ello, aconsejan colocar una colcha más fina, de algodón o de lino, que son tejidos que transpiran mucho mejor, capaces de regular la temperatura. En caso de no disponer de un mueble de este tipo, se puede utilizar una sábana de estos materiales para cubrirlo.