PANTER VITA ECO
  • Facebook
  • Twitter
  • Google+
  • LinkedIn
  • Compartir:
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en LinkedIn

La Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana indica que, por el momento, la situación no interfiere con la actividad habitual del sector. Sin embargo, sí está provocando que los portes y fletes se encarezcan.

El Comité Ejecutivo de FEMEVAL ha analizado el impacto de la crisis del Mar Rojo, el que afirman que es el mayor problema geopolítico que afronta actualmente la economía mundial y sobre los mercados. La organización ha concluido que, dentro de la preocupación que genera, por el momento no existe una problemática real que afecte a la actividad en la falta de piezas o materiales de las empresas de sector metal, que continúan su labor con absoluta normalidad.

Sin embargo, sí está provocando un encarecimiento de los portes y fletes, que, a su vez, está desembocando en subidas del precio final del producto, situación que podría renovar la presión alcista sobre los precios. Al respecto, piden prudencia para no generar alarmismo y que esto desestabilice aún más la economía, aunque hay que estar pendientes de la evolución futura.

FEMEVAL considera que esta situación es un claro ejemplo que evidencia que las lecciones se olvidan rápido debido a que la Unión Europea se comprometió tras la pandemia del COVID a promover la fabricación en Europa para evitar la alta dependencia de proveedores externos. A fecha de hoy, el problema persiste.

En 2020, con la pandemia, FEMEVAL diseñó un “Plan de Reactivación del Sector Metalmecánico. MEDIDAS PARA EL DÍA DESPUÉS” para afrontar la crisis económica sin precedentes derivada de la crisis sanitaria, donde se priorizaban siete medidas. Entre ellas, apostar por cadenas de suministro de proximidad porque la Covid-19, aseguran, puso en evidencia el peligro que supone la dependencia de terceros.

El Comité Ejecutivo insiste en la necesidad de un posicionamiento conjunto de todos los sectores afectados a través de sus organizaciones representativas para que las Administraciones favorezcan la implantación de una estrategia de relocalización de las fuentes de suministros. Lo que se traduce en una red de proveedores locales que satisfaga las necesidades sectoriales de productos y servicios, evitando de esta manera depender de cadenas de suministros externas o en el peor de los casos, llegar a deslocalizar la producción.

  • Compartir:
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en LinkedIn