PANTER VITA ECO
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Existe un dicho que dice “es cosa del destino”, pero no siempre es cierto. Hoy he seleccionado la película ‘Destino oculto’, un filme de 2011, dirigida por George Nolfi y con Matt Damon y Emily Blunt en el reparto.

Destino oculto nos cuenta la supuesta historia de David Norris, un congresista brillante, pero sin demasiada suerte en las elecciones, que en 2006 conoce a Elise Sellas, pero lo hacen sin saber sus nombres. Tras ello, David da un discurso que relanza su carrera.

Un mes más tarde coinciden en un bus, pese a que alguien ha intentado que esto no suceda. En su encuentro él consigue su teléfono. David llega a su trabajo, pero es congelado por unos hombres extraños con sombrero.

Son los “Ángeles del Destino”, que aseguran que se cumpla el destino de las personas. Ellos velan porque se cumpla lo que refleja un libro en el que la vida está escrita. Por ello, destruyen la nota donde David anoto el teléfono de Elise. Le amenazan para que no diga nada. De lo contrario, le reiniciarían borrando el recuerdo de Elise.

Tres años más tarde vuelven a encontrarse en otro autobús. Aquí David conoce más de ella, es bailarina. Él intenta por todos los medios seguir con su relación, pese a que esos hombres hacen lo imposible por impedirlo. Para ello, David escapa de ellos, usan un sombrero que permite atravesar todas las puertas y aparecer en otros lugares.

Finalmente, por su tenaz lucha porque su amor perdure, se les permite reescribir sus destinos para que tengan la oportunidad de estar juntos, a pesar de que esos hombres tenían unos grandes planes para David, argumentando que ella sería un obstáculo para ello.

Realmente está todo escrito, está todo pactado. Nuestras decisiones diarias, nuestras voluntades, nuestras esperanzas. Sin embargo, como alguien dijo una vez “somos el capitán de nuestro destino”.

Si queremos que nuestro negocio no sea un barco a la deriva, diciendo que todo está perdido, seamos dueños de nuestras propias decisiones, de ser o no ser uno más, o ser quienes mandemos en nuestro mercado. Si tenemos una tienda en la que el personal está conforme, querrá formar parte del futuro de la empresa. También será una persona que disfrute de su trabajo, proactivo, con ganas de aprender y enriquecerse con las aportaciones de proveedores y de la filosofía de la propia tienda.

Seamos los dueños de esas hojas escritas para cambiar el destino irreversible, porque si hacemos las cosas bien, el premio está más cerca, más asegurado, más por llegar. Si la gente entra en la tienda, querrá comprar. No nos dejemos llevar por los hombres de traje y gorro. Podemos escoger las puertas que queremos abrir para llegar donde solo queremos ir nosotros, no a donde van todos.

No es un buen viaje ir a ninguna parte, los problemas no se arreglan solos, ni las soluciones caen del cielo por arte de magia. Tomemos el control, demos luces a los pasillos, carteles para indicar a los consumidores a donde ir y como llegar a las cosas que necesitan. Seamos los que ponen las cosas con lógica, no con aquí se queda, que está más cerca de ninguna parte. Demos al consumidor lo que busca, o lo que aún no cree que va a necesitar. Un genio dijo “el consumidor aún no sabe lo que necesita, hasta que se lo digamos”. Ahora esa empresa de la manzana es la numero uno en el mundo de las ventas.

Lucha, crea, imagina, no dejes que las páginas ya escritas sean las que manden en tu vida, manden en tus decisiones. Ponte un bonito sombrero, decide la puerta que quieres abrir. Llega a lo alto del edificio de tus decisiones. Desde allí, conviértete en el dueño de tu vida.

Redacción: Bricolador Enmascarado.

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