PANTER VITA ECO
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Hay películas que marcan un importante camino en la historia del cine. La película de la que hablaremos generó un importante debate en todo su proceso y estreno. Nos referimos a ‘El código Da Vinci’, de 2006. Fue dirigida por Ron Howard y protagonizada por Tom Hanks y Audrey Tautou.

‘El Código Da Vinci’ narra la historia de cómo en París Jacques Saunière es asesinado en el museo del Louvre. Había quedado en verse con su amigo Robert London. Por ello, al morir deja unos misteriosos mensajes, por lo que el profesor London es requerido para que pueda poner luz al asunto. Sin embargo, le tienden una trampa al considerarlo el presunto asesino. Debe escapar con la nieta de su amigo para poder demostrar su inocencia ya que uno de los policías es engañado por un Obispo para que les persiga.

Ellos deben buscar el Santo Grial, que está bajo la protección del Priorato de Sion, encargados de guardar este tipo de secretos. Son perseguidos por los asesinos del Opus Dei para poder conseguir ese gran secreto. Incluso van a pedir ayuda a un amigo de Robert, Leig Teabing, que, en un principio, les ayuda a escapar en su avión hasta Londres. Contra todo pronóstico, en realidad, es él quién está detrás de todos los asesinatos.

Tras varias y peligrosas aventuras, consiguen descifrar el enigma, rescatando el mapa que los lleva hasta donde está el Santo Grial.

Esta película trepidante, repleta de simbolismos, de enigmas, de historia real y algunas ficticias, va más allá de un simple mensaje, que no llegaremos a saber si realmente es la que nos quieren contar, o lucha contra la que nos cuentan. Genera misterio, nos hace pensar, nos da muchas cosas que creemos que creíamos, pero nos podemos preguntar si es real lo que nos parecía como tal.

Al mismo tiempo, nos muestra que no todo lo establecido es lo que se debe seguir, que no todo lo que damos por cierto y verdadero a veces lo es. No siempre lo que está establecido como tal no se puede cambiar. Porque si somos conscientes de que puede tener un cambio, un algo mejor, por qué no hacerlo.

En demasiadas ocasiones hay empresas que no quieren cambiar nada, que no quieren que de ninguna forma se modifique lo establecido. Que, sin sentido, creen que lo que hacen es lo mejor, lo único, lo ideal. Pero no saben que en esas ocasiones su forma de hacer las cosas está mal, o es mejorable, o simplemente no quieren estudiar las formas de poder evolucionar. Debemos saber que los productos tienen una vida, la denominada vida útil.

Con algunas empresas, sus dogmas, sus escrituras, son tan sagradas como los libros a lo que se refiere la película, que bajo ningún concepto pueden ser cuestionados o cambiados.

Ello nos lleva a ver productos desfasados, catálogos que no entiende el público, precios que son invendibles.  Sin olvidar que se creen los únicos poseedores de la verdad absoluta. Pero como dice la película, lo “importante es lo que tu creas”. Hemos de ser conscientes de que todo tiene diferentes formas de verse, de ser entendido. Si no sabemos lo que el mercado cree y quiere, no sabemos la realidad de la verdad, de lo que cada día se escribe en los mercados de todas las partes.

Todos buscamos en la venta nuestro Santo Grial. Es como nos levantamos cada mañana, cada nuevo amanecer para ayudarnos en nuestra lucha de cómo ser mejores, cómo vender un poco más. Hemos de ser realistas con nosotros mismos, con las personas que conforman nuestras organizaciones, no podemos engañarnos sin más, creyéndonos que somos los poseedores de lo único real.

Siempre hay una forma diferente de verlo, de imaginarlo. Como el profesor London, que da pie a su intuición, a su lógica, para poder encontrar finalmente el sarcófago, el Santo Grial, como si tú fueras capaz de hacerlo y poder encontrarlo en tu camino, en ese camino de la línea rosa que llega hasta el gran final.

Redacción: Bricolador Enmascarado.

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