Hasta el rey Arturo tuvo luchas internas entre sus caballeros de la mesa redonda, pero es la búsqueda del objetivo en común y su liderazgo las que lograron crear una figura legendaria.

Para poder ver algunos temas, hay que buscar a veces en el pasado de las películas, hoy nos hemos ido hasta 1981, una super producción llamada “ Excalibur”, sobre la leyenda del Rey Arturo, ? Con la dirección de John Boorman y con un gran reparto: Nigel Terry, Helen Mirren, Nicol Williamson y Nicholas Clay.
Hablamos de una historia legendaria, sobre cómo nace la leyenda del Rey Arturo, desde su nacimiento, lucha por ser el rey de todos. Cómo se crea Camelot, cuándo se forma la mesa redonda con los caballeros de Arturo.

Hasta sus luchas internas, con su principal caballero y su esposa. Con todo el dolor que crea su traición a Arturo. Sus luchas con su hermanastra para poder arrebatarle el poder. Con la lucha final, para poder llegar hasta el final de Arturo y su separación de Excalibur, su mítica espada.

Esta película, nos permite muchas lecturas que podemos tener en nuestro mundo comercial. Sin un líder de un proyecto o un equipo, no existe un proyecto, ni este tendrá una mínima posibilidad de llegar a un buen puerto.

No es que se necesite una espada mágica, ni un castillo de oro reluciente para que los proyectos sean reales, que tengan sentido. Se necesita un líder fuerte, leal, que crea en su equipo, en su mensaje, en su proyecto y en que todos sean partícipes. Pero por encima de cualquier cosa, que todos los miembros sepan que ese líder se preocupa por cada uno de ellos, que cada uno es importante para el resto del grupo. Si no luchas por el grupo, no luchas por sus miembros. Por ello, cuando un miembro traiciona al líder, lo hace a todo el equipo.

Cuando el proyecto es común, las ideas se hacen propias de todos los miembros. Cuando los objetivos solo son de algunos, nadie suma en la misma dirección.

Si hay una lucha, es para todos, si buscamos el santo grial, es porque queremos saber respuestas, porque queremos ir en la misma línea. Es para saber que hay un trabajo en el que todos han de creer y ayudarse.

Las luchas internas, solo merman la fuerza del grupo. No saber a qué se juega, no saber en qué se está luchando, deja sin recursos a todos.

Creer es poder, no hace falta que venga un mago llamado Merlín, para que nos haga un milagro. Aunque es bueno creer en ellos. Yo creo que se hacen cada día, que se crean con la magia del equipo. Porque si sabes contagiar esa magia a todos los miembros del equipo, se crea ese especial momento, en que todos creen que son caballeros con armaduras, para vender productos, servicios, que sean únicos en su campo. Surcamos campos de batalla que son difíciles de recorrer, por la lluvia, el barro, por el furor de la batalla, que nos hace brillar con nuestras espadas y armaduras. Buscamos como salir de esa espesa niebla, como ver el filo de la espada de Arturo, para seguir su guía y salir victoriosos.

Hay muchas veces que entran las dudas, como a los caballeros en la búsqueda del grial, Pero si sabemos transmitir a todos lo que nos rodean las cosas claras, las verdades que deben saber todo, será mucho más fácil.

Si estamos en una tienda, vemos al líder luchar, ser correcto con su equipo. Dirigir su negocio con medios, con ideas frescas y novedosas, contagiara esa magia a todos los que comparten su día a día.
Si en cambio, las tinieblas, cubren esa tienda, ese lugar de trabajo, sin tener las directrices claras, con pocas luces que mostrar al equipo, todos estarán confundidos. No sabrán como luchar, como salir de esa batalla diaria.

Hay que luchar por el día a día, por cada batalla, por cada lucha diaria, para que esa mágica espada pueda lucir al sol, con más brillo que nunca.

Porque si no es así, al final, perderemos la batalla y la dama del lago, extienda su mano para poder recoger la espada, esconderla en ese profundo lago hasta que un nuevo rey Arturo vaya a buscarla de nuevo.