PANTER VITA ECO
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Hoy tras el parón estival, la película que he seleccionado es: Máximo Riesgo (título original: Cliffhanger), una película estadounidense de acción de 1993 dirigida por Renny Harlin y protagonizada por Sylvester Stallone y John Lithgow. En ella Stallone interpreta a un alpinista que se ve envuelto en el fallido robo millonario al avión del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que volaba a través de las Montañas Rocosas. Un nuevo artículo de nuestro colaborador el Bricolador Enmascarado.

La película narra la historia de un grupo de amigos, alpinistas que sufren un trágico accidente, mientras realizan una escala. La novia de uno ellos mueren, pese a que protagonista intenta salvarla. Ello le deja marcado, dejando atrás su trabajo, su novia, por culparse de que no hizo todo lo posible para evitarlo.

Un año más tarde, regresa para intentar recuperar a su novia. Su novia, Jessie le pide que ayude a su antiguo amigo para poder rescatar a unos excursionistas, que resultan ser unos atracadores que ha intentado robar un avión de 100 Millones de dólares, del tesoro americano. Ese grupo ha perdido unas maletas, que contienen el dinero. Intentaran por todos los medios recuperar ese gran botín en un medio muy hostil, las montañas rocosas, con mal tiempo y dinero. Disponen de un sistema de rastreo que quieren hacer servir para poder llegar hasta ellas. Los dos escaladores son secuestrados para poder llegar y recuperar las maletas.

Obligado a escalar una pared de roca en medio de una tormenta de nieve, Gabe roba una maleta con parte del dinero y escapa. Gabe sabe que Qualen matará a Hal tan pronto como tenga el dinero restante, por lo que intentará llegar al dinero antes que sea demasiado tarde.

Es una muestra del trabajo duro, del trabajo en equipo, en donde más que nunca, se ha de trabajar pensando en quién tienes al lado, en quien sustenta la cuerda que protege y sostiene la vida de su compañero.

En un medio tan hostil, tan peligroso, solo tu compañero, quién sigue tus pasos, quien esta tras la cuerda en la escalada puede ser tu única diferencia entre morir o vivir.

Ahora en los tiempos en que estamos viviendo, con todo tan revuelto e inseguro, no podemos sino creer en que cada miembro de nuestros equipos sea ese que pueda soportar la cordada de la escalada. Ese a quién podemos confiar nuestra vida.

Hoy por hoy, nuestras organizaciones, nuestros negocios, son una suma de personas, de múltiples equipos, de muchas sumas de esfuerzos, En estas semanas de incertezas debemos poner en positivo todo lo que nos une, dejar a un lado las diferencias. Saber escoger a aquellos colaboradores que debe verdad queremos que sean parte de esa cordada, de ese mítico grupo que puede llegar a la cima de ese monte tan escarpado.
En estos días, en donde múltiples palabras nuevas llegan hasta nuestros oídos, inteligencia emocional, teletrabajo, reuniones virtuales, zoom, webinar, etc. Hay algo que no debemos olvidar, al otro lado de la cámara, del teléfono, de la mesa de reuniones, tenemos a personas, con miedos, con anhelos, con necesidades, con problemas, con miles de preguntas nuevas, con miles de respuestas que aún no las tenemos en nuestro poder.

La noche de las rocosas es fría, llena de nieve, que espera que llegue un sol que pueda fundir esa niebla que no deja avanzar nuestros pasos. Tal y como son las cosas nuevas a las que nos enfrentamos en nuestra nueva normalidad.

Hemos perdido muchas cosas, muchos amigos, familiares incluso, por ese camino difícil, igual que los protagonistas de la película.  Demos a este nuevo tiempo una nueva dimensión, nuevas medidas, nuevas respuestas. Toda situación límite necesita respuestas diferentes, algunas incluso arriesgadas, pero quién puede decir que son las correctas o no. Hasta ahora nadie ha podido vivir nada así, nada igual.

Es como en un momento de la trama, en donde han de cruzar un puente sobre las montañas. Es cuestión de confianza, de seguir a quién llevas delante, para quien te siga no se pare. Pensamos que alguien si va mal, ese helicóptero vendrá a rescatarnos. Pero no siempre será así.  Es el momento en donde jefes de ventas han de cuidar a sus vendedores, porque entre ellos también lo han de hacer.

En donde los propietarios de tiendas y comercios han de ver que sus empleados, son los medios para poder continuar adelante, para seguir por ese puente sobre las rocosas. Pero no hay que temer a tener miedo, sabemos que las cuerdas que lo sustentan no son lo suficientemente fuertes si sopla mucho más viento. Pero hemos de querer creer que hay una tregua en ese temporal que nos permita llegar hasta el otro extremo de la montaña.

Luchar palmo a palmo en la naturaleza por nuestra vida, es algo como lo que hacemos día a día, contra todas las adversidades que nos estamos encontrando. Ni las avalanchas, ni las frías temperaturas han de poder apartarnos de nuestro propósito. Pero sin formar verdaderos equipos, reales lazos entre ellos, no podremos lograrlo.

Cada uno es un eslabón de esa cuerda, de ese peldaño que sustenta el puente. No podemos dejar a ninguno atrás, nos hacen falta todos. Pero todos los que quieran estar. Aquellos que crean que son islas en medio de un océano, no pueden formar parte de nuestra escalada, ya que nos harían caer a ese largo y frio vacío.

Demos a cada uno su importancia, su verdadero papel, poniendo en valor su trabajo y su aportación. Que sepan que son vitales, esenciales, para el proyecto, para sumar paso a paso en cada nuevo peldaño de la escalera sobre el precipicio. Cada mano puede ser la última que te pueda sujetar. Por eso un proyecto está vacío sin sus componentes como un helicóptero sin piloto.
Pero para poder dar valor a los equipos, a las personas que lo forman, los cimientos sobre los que hemos de crear el proyecto han de ser sólidos y auténticos. Sino pasará como al final de la película, en donde el protagonista ha de subir por una vieja escalera, pese a ser vieja y oxidada puede soportar su peso.
Valoremos a cada miembro, sepamos sacar de cada uno lo mejor que lleva dentro. Seamos ese guía atrevido que conduce el rescate en contra de todos los elementos.
Seamos un líder que de luz y guía a nuestros compañeros de cordada. No conseguiremos llegar a la cima de la montaña si algo de ellos queda rezagado. Hace demasiado frio en el fondo del rio.

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