PANTER VITA ECO
  • Facebook
  • Twitter
  • Google+
  • LinkedIn
  • Compartir:
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en LinkedIn

A veces en los mercados se producen choques culturales entre gente local y los recién llegados. En esta ocasión, hablamos de una película que nos ayudará a comentar este asunto, ‘Sol naciente’ Dirigida por Philip Kaufman, está protagonizada por Sean Connery, Wesley Snipes y Harvey Keitel.

Sol naciente cuenta la historia de un asesinato en una gran compañía japonesa. Para este caso policial, destinan al teniente Web Smith, que debe ser acompañado por el policía retirado John Connor por su gran conocimiento del idioma, las costumbres y la forma de vida japonesa.  Poco a poco van descubriendo una trama de influencias políticas y financieras. Todo se va complicando con políticos de alto rango que tratan de impedir que esa compañía extranjera comprase una empresa americana que tenía contratos con el Gobierno, ya que secretos de carácter militar pueden quedar en manos ajenas. También hay interferencias por parte de gente de la propia empresa. Falsos culpables y luchas internas intentan desviar la atención.

Finalmente, pese a las presiones de ambos bandos, consiguen aclarecer los culpables, hasta llegar al autor del asesinato.

La trama muestra que, lo que para unos puede ser bueno, para otros no. No es ni malo, ni bueno, todo es en función de la perspectiva de quien lo vea, de su cultura.

Algo así ocurre en nuestro mercado. Una importante parte de este está bajo el control y gestión de personas de origen extranjero. Llegaron para enseñarnos una cocina diferente, una forma de ver que esos platos exóticos no eran tan malos y tenían sabores y texturas atractivos. Luego los vimos llenar nuestras calles con comercios de múltiples productos y precios como bazares. Eran tiendas con una gran oferta y stock. Además, abrían cuando otros tenían su comercio cerrado desde hacía horas.

Con el tiempo, la situación ha cambiado. Los productos de estos establecimientos han ganado calidad. Las tiendas disponen de secciones bien definidas y presentan artículos que muchas veces no podemos encontrar en tiendas de origen nacional. Estas personas ya han aprendido nuestras costumbres, como los protagonistas de la película, ya no necesitan en ocasiones la ayuda del capitán Connor.

Cuando queremos venderles nuestros productos somos ese impetuoso teniente de policía que no sabe nada sobre ellos. No sabemos nada de sus costumbres, de su forma de entender la vida, de qué cosas son buenas o malas para ellos.

Ellos tienen otras costumbres. No negocian vía email, prefieren las aplicaciones de mensajería instantánea. Sus preferencias no son las nuestras. Cuando establecemos confianza con ellos, son como esos ferreteros de hace décadas, mantienen una relación duradera de total confianza. Tenemos que saber las preferencias de cada tipo de cliente y adaptarnos a las circunstancias. Hablamos de empresarios que cuentan con superficies con mucho producto.

Necesitamos encontrar ese Capitán Connor que nos guie, que nos de consejos, que nos sepa ver las cosas buenas y cómo las debemos hacer. Seamos flexibles, abramos la mente y dispongámonos a aprender de ellos.

Debemos saber cuáles son las claves que hay que activar para que el sol naciente no sea una luna nueva que inunde nuestra vida comercial de oscuridad.

Redacción: Bricolador Enmascarado.

  • Compartir:
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en LinkedIn