PANTER VITA ECO
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La interactuación es nuestro ADN como agentes comerciales, con las empresas que representamos y las gentes que trabajan en ellas. Un nuevo artículo de nuestro colaborador El Comercial Errante.

La interactuación es nuestro ADN como agentes comerciales. Hacerlo con diferentes figuras es el día a día, desde el cliente, el más importante porque sin él los demás no existirían, pasando por todas y cada una de las personas que trabajan en esas tiendas que nos toca visitar. Con las empresas que representamos y la gente que trabaja en ellas. Desde quien nos descuelga el teléfono, pasando por el del almacén, la gente de producción y, cómo no, los y las que están en oficina, esos que muchas veces te envidian por estar todo el día de aquí para allá, mientras ellas y ellos siguen encerrados entre cuatro paredes.

Pero con quien nos toca vivir y convivir más seguido es con la figura del Director Comercial, Jefe de Ventas, Area Manager, Delegado de Zona, Técnico Comercial y otros cuantos títulos más. Al final son quienes representan a la empresa en la calle, frente al cliente y frente a ti. A quienes les toca venderte la gran empresa, eficiente, con el mejor producto al mejor precio del mercado, pero que cuando estamos frente al cliente, en ocasiones, no todo es tan perfecto como te lo vendieron.

Convives porque pasáis muchas horas juntos, días y en ocasiones semanas enteras. A ellos o ellas les toca pasar gran parte de su vida fuera de casa, como en una ocasión uno me contaba que no había visto crecer a su hija, porque durante muchos años salía de casa el lunes y volvía un viernes. Te cuentan sus vidas, sus preocupaciones, te toca acompañarles, intentar que no se sientan extraños y con un extraño.

Todos somos de un padre y una madre diferentes, pero nos une una meta, un objetivo: vender, servir al cliente, dar a conocer nuestros productos, esos que algunos clientes menosprecian y no se dan cuenta de que muchos de esos son los que dan la razón de ser de sus negocios, nosotros, sin ellos, los clientes, no somos nadie, pero ellos sin nosotros tampoco.

Muchos sapos les toca comerse. Como el que una vez a uno de ellos le tocó. El cliente menospreció los productos de la marca porque dijo, textualmente, "esto es todo chino y en mi casa no quiero porquería". Ahora, año 2021, casi el 100% del producto de nuestro sector está fabricado allí. Cuando este Jefe de Ventas se jubiló, quiso despedirse de buena parte de los clientes, a este ni lo quiso ver, Roman eres un crack y mi ídolo. Por cierto, aquel que menospreció la marca, ahora es uno de los que más consume e incluso su "grupo de compra" nos tiene como proveedor preferente.

Me ha tocado visitar con un espectro tan dispar que probablemente olvidaré a alguno, que no a alguna, porque mujeres en esos cargos ha habido muy pocas. La primera me marcó porque fue un antes y un después, mi primera gran marca. La que hizo posicionarme en el sector y que los clientes me abrieran sus puertas. Siempre en mi recuerdo María. Nos dejó hace unos años, después de luchar como una jabata.

Al poco de empezar en esto de las representaciones, me tocó uno del cual no sabías cómo zafarte al final de la jornada para evitar acabar tomando una copa en algún lugar de mala reputación. Éste me pidió 5.000 pesetas que nunca me devolvió. En cambio, hay gente con la que más allá de trabajar, nos reíamos un montón porque era unas castañuelas, gracias Miguel. Trabajé con alguien que me tocó casi ser su "profesor" porque fui el primer comercial al que visitó y me consta que aprendió bastante. En un momento malo personal, estuvo a mi lado y me arropó. Antes estrenamos una atracción brutal de un parque temático, eso sí, después de hacer pedidos y visitas como locos. Un placer, Alex.

Personas muy personas, implicados en mil historias más allá del trabajo. En temas solidarios, en movimientos sociales, gente que comparte contigo intereses fuera del día a día de este trabajo tan apasionante, pero a la vez estresante y desgastante. Tipos que te hacen dar pasos que nunca pensaste que darías y cuyo empujón fue vital, como escribir en un medio del sector como éste, algo soñado pero que pensé jamás conseguiría. Eternamente agradecido Josep por la oportunidad.

Será que me hago mayor y por lo reciente de lo ocurrido, el que más me ha marcado, me enseñó más cosas de las que nunca le agradecí suficientemente, es alguien que nos ha dejado hace pocos días. No hace un mes de nuestra conversación para preparar su visita, después de todo lo que nos ha tocado vivir, con el fin de presentar el nuevo catálogo de la empresa, de la que estaba a punto de dejar para disfrutar de una merecida jubilación. Apostó por mí en una Top, una número 1 del sector, cuando dirigía la Red Comercial.  De eso se cumplirán el año que viene 25 años. Un amigo con quien habíamos tenido largas conversaciones en sus años de Director Comercial y luego cuando abruptamente salió de aquella empresa, para acabar en la que ahora iba a jubilarse. Algo hice bien para que me fichara en esta última en su día. De los pocos que han estado en casa y yo en la suya. Con quien compartíamos un aniversario muy personal.

Hace unos días nos dejó Javier Melchor y estas palabras se las quiero dedicar a él. Un profesional que sabía sacar de ti lo mejor, de una manera tan sutil, tan sin darte cuenta. De quien aprendí a lo largo de estos años tanto, que el vacío que te deja su perdida será difícil de llenar. Gracias amigo por creer en mí. Un abrazo allá donde estés.

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